Los comicios legislativos parciales que se realizaron ayer decidirán si la presidenta argentina Cristina Kirchner conservará la mayoría en el Congreso en sus dos últimos años de mandato, en una elección que marcará también el inicio del camino hacia la presidencial de 2015.
Muchos de los 30 millones de argentinos convocados a las urnas seguían votando en una jornada dominical cálida y soleada, con el fin de renovar la mitad de la cámara de Diputados y un tercio del Senado, después de haber formado desde temprano largas filas a la espera de que se abrieran los centros de votación.
En total, se elegirán 127 diputados nacionales con mandato hasta 2017 y 24 senadores con mandato hasta 2019.
Electa en 2007 y reelecta en 2011, Kirchner, de 60 años, seguirá las elecciones desde la residencia presidencial de Olivos, donde se repone de una operación practicada para eliminar un hematoma situado entre el cerebro y el cráneo.
Ello la mantuvo ausente del último tramo de la campaña y según los diagnósticos médicos deberá permanecer en reposo en las próximas semanas.
"Cristina se encuentra en la residencia presidencial de Olivos, donde está permanentemente informada por sus colaboradores personales", dijo Juan Abal Medina, jefe de Gabinete, tras emitir su voto.
Los comicios serán una prueba de fuego para el oficialismo, que pone en juego su mayoría en ambas cámaras y servirán para delinear la senda hacia la sucesión de la presidenta en 2015 cuando finalice su segundo mandato, sin posibilidad de otra reelección.
“Recordando a Kirchner”
La jornada tiene además un caro sentido para el oficialismo, ya que ayer se cumplen tres años de la muerte por un paro cardiorespiratorio del expresidente y esposo de la jefa de Estado, Néstor Kirchner (2003/2007).
"Es un día de mucha emoción. Uno en este tiempo revisa frases de Néstor, conversaciones. En el búnker (lugar donde el oficialismo esperará los resultados) habrá un momento especial para recordarlo, además de esperar los resultados", indicó Juan Cabandié.
Cabandié, candidato a diputado nacional por el oficialismo, es hijo de desaparecidos y nació en la ESMA, uno de los mayores centros clandestinos de detención de la dictadura (1976/83). Recuperó su identidad en 2003, a los 25 años.
Los sondeos auguran una derrota al oficialismo en los principales distritos del país, aunque estiman que su partido, el Frente para la Victoria, se mantendrá como la fuerza más votada a nivel nacional, como lo fue en las primarias del 11 de agosto cuando se eligieron los candidatos para esta elección legislativa.
Si eso se repite, el oficialismo retendrá la mayoría parlamentaria que recuperó en 2011 cuando obtuvo el 54,11% en las elecciones generales, en las que se reeligió a Kirchner y se renovó una parte del Congreso. Sin embargo una derrota en los distritos clave marcaría a fuego el último tramo del gobierno de Kirchner, que la oposición define como un "fin de ciclo" kirchnerista.
Batalla por Buenos Aires
En la estratégica provincia de Buenos Aires, principal escenario político de la contienda electoral -con 40% del padrón nacional- el delfín oficialista Martín Insaurralde se ubica, según sondeos, cinco puntos por detrás del peronista opositor Sergio Massa, exjefe de Gabinete de Kirchner.
"Estoy feliz por los 30 años de democracia que se cumplen este año y por la confianza que depositó en mí Cristina. Fue una campaña madura en la que recorrí toda la provincia", dijo Insaurralde luego de sufragar.
Massa, de 41 años y alcalde de la localidad de Tigre, aspira a conseguir una contundente victoria que lo coloque en la buena senda hacia las presidenciales de 2015, en tanto el oficialismo carece hasta ahora de una figura que lo aglutine y cuente con el beneplácito de la mandataria.
"Tenemos mucha tranquilidad por el resultado. Esta jornada es una fiesta porque habla la gente. En las elecciones el ciudadano es dueño absoluto de su destino", dijo Massa .
Por su parte el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, aspira a ser el hombre de la presidenta para 2015, aunque su figura siempre fue vista con recelo desde el gobierno, y una amplia victoria de Massa en su distrito lo dejaría debilitado./AFP