Los principales candidatos italianos cerraban este viernes su campaña para las legislativas del domingo y el lunes, en las que no se prevé que salga una clara mayoría parlamentaria capaz de formar un gobierno estable en uno de los países más endeudados de la zona euro.

A lo largo de la jornada había mítines programados en Roma, Nápoles o Florencia, salpicados de entrevistas en televisión y radios antes del inicio del "silencio electoral" el viernes a las 23H00 GMT.

Los jefes de las principales coaliciones han aprovechado para lanzar las últimas andanadas contra sus adversarios.

"Silvio Berlusconi no consigue distinguir en su cabeza entre la verdad y la mentira", dijo Pier Luigi Bersani, jefe del centroizquierda al que los sondeos le auguran la victoria el lunes por la noche.

"A diferencia del gritón, yo miro a la gente a los ojos", agregó, en referencia al cómico convertido en político Beppe Grillo, quien al frente del Movimiento Cinco Estrellas (MCE) cataliza el voto de protesta y no para de gritar, micrófono en mano, en los mítines.

"Hay dos Mario Monti: le hemos conocido elegante y humilde y ahora es malo, ofensivo y ávido de poder", dijo por su parte Silvio Berlusconi sobre el actual jefe de gobierno que se lanzó a la aventura política en diciembre pasado.

Los sondeos más recientes dan como ganador a Bersani con casi el 34% de las intenciones de voto, seguido por la coalición de derecha de Silvio Berlusconi, con cerca del 30%.

Beppe Grillo y MCE obtendrían alrededor del 17% y la coalición de centro de Mario Monti en torno al 10%-12%.

La preocupación de los partidos y de la comunidad internacional sobre un riesgo de ingobernabilidad en la tercera economía de la zona euro se debe a las particularidades de la legislación electoral italiana.

La ley otorga la mayoría absoluta de escaños en la Cámara de Diputados a la coalición que llegue en cabeza aunque solo sea por un voto, mientras que en el Senado esta prima se le concede a cada una de las 20 regiones, lo que hace imposible prever la composición final de la Cámara alta.

"Todavía hay un 10% de indecisos que se decidirán en el último minuto en función de la televisión o del consejo de algún amigo, además del 20% que se abstienen de votar", dijo a la AFP Renato Mannheimer, experto en sondeos.

Mannheimer apuesta por una victoria de la izquierda en la Cámara de Diputados, pero en el Senado la situación es imprevisible y dependerá sobre todo de los resultados en Lombardía, Sicilia, Campania y Véneto.

Según varios politólogos, en caso de on obtener mayoría en el Senado Bersani podría sellar un alianza con Monti.

Pero como señala un análisis político del banco Crédit Suisse, incluso en este escenario, "no se sabe si el gobierno tendrá suficientes escaños para garantizar una fuerte mayoría ni si la coalición será lo suficientemente estable".

Otra incógnita que pesa sobre la cita electoral es el tiempo. Es la primera vez en el periodo de posguerra que se celebran unas elecciones en invierno, por lo que el mal tiempo podría influir en la afluencia a las urnas.

Las personas mayores podrían renunciar a votar, lo que, en opinión de los expertos, afectaría sobre todo a Silvio Berlusconi. Jóvenes militantes del PD de Bersani han organizado en algunas ciudades como Padua, un servicio para acompañar a las personas de la tercera edad a votar.

Junto con las legislativas, los electores de tres regiones italianas, la rica y grande Lombardía, la estratégica Latium que alberga a la capital, y la pequeña Molise, también elegirán a sus autoridades tras los escándalos que arrastraron a la dimisión a sus dirigentes de derecha.

En total, más de 47 millones de italianos están convocados a las urnas para las legislativas, 13 millones de los cuales votarán también en las regionales. Los colegios electorales abrirán desde las 07H00 GMT a las 21H00 GMT el domingo y desde las 06H00 GMT a las 14H00 GMT el lunes.

AFP.