Los incendios de este fin de semana vienen pocos meses después de que 64 personas murieran en por las mismas causas en la región de Pedrogao Grande – la peor tragedia en términos humanos en la historia de Portugal-.
“Después de la tragedia de Pedrogao, le pedí al primer ministro que me relevara de mis funciones y le di tiempo para conseguir alguien que pudiera reemplazarme”, firmó Urbano de Sousa en su carta de renuncia presentada al Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa.
Durante una conferencia de prensa el pasado lunes, Urbano le había dicho a los periodistas que su renuncia, que era pedida por los miembros de la oposición, “no resolvería nada”.
Este año, el calor anormal y las condiciones secas han contribuido a los incendios masivos que se han producido en Portugal y el norte de España. La mayoría de las conflagraciones fueron causadas por actividad humana.
Los incendios fueron alentados por una población cada vez más densa de árboles de eucalipto no nativos, con un alto contenido de aceite inflamable.
Portugal tiene la mayor proporción de áreas forestales en Europa (38 %), pero solo el tres % está en manos del Estado, según el World Forestry Center.
El martes, un partido opositor portugués también lanzó una moción de desconfianza contra el Gobierno socialista, acusándolo de no proteger a los ciudadanos contra los incendios.