Impulso de G20 contra el secreto bancario | El Nuevo Siglo
Sábado, 20 de Abril de 2013

El nuevo impulso del G20 contra el secreto bancario, cuatro años después de la primera ofensiva, podría restringir significativamente la evasión fiscal, siempre y cuando supere obstáculos políticos y técnicos, coincidieron expertos.

"Es un cambio de velocidad muy importante, un salto cualitativo que marca el retorno de la política", señaló a la AFP Pascal Saint-Amans, a cargo de la lucha contra los paraísos fiscales en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Los ministros de finanzas del grupo de países ricos y emergentes del G20 alcanzaron un acuerdo en su reunión el viernes en Washington sobre una medida, que aunque en apariencia técnica, podría tener consecuencias inéditas.

En su comunicado final, exhortaron a la comunidad internacional a adoptar "el intercambio automático de información" bancaria, con miras a hacerlo un estándar internacional en la lucha contra la evasión fiscal.

Esto significaría que los países serían automáticamente informados si uno de sus residentes deposita dinero en el extranjero, un giro radical a lo que sucede bajo el sistema actual.

Actualmente, si dos países cuentan con un acuerdo fiscal común, se necesitan los datos detallados como el nombre de la persona, la empresa o la institución bancaria, para solicitar información sobre los sospechosos de evasión fiscal.

El Comité Monetario y Financiero Internacional, instancia política del FMI, respaldó este sábado en un comunicado los esfuerzos contra la evasión fiscal, al afirmar que esta lucha es "crucial para contribuir a reforzar la resistencia presupuestaria del conjunto de los Estados miembro" del Fondo.

"La única manera de atacar eficientemente la evasión fiscal es tener un mecanismo mundial que permita evitar depender de estos acuerdos entre países", dijo Eric Lecompte, directivo de la red estadounidense Jubilee USA, que aboga por la eliminación de la deuda.

Las organizaciones no gubernamentales han exigido un intercambio de información automático desde hace años, y en los últimos tiempos los países ricos, fuertemente endeudados, han comenzado a hablar contra la evasión fiscal de los particulares, que algunas ONG cifran hasta en 25,5 billones de dólares.

Oposición china

Bajo presión de Estados Unidos, uno de los pioneros en plantear el tema, un grupo de países europeos, entre ellos Francia y Alemania, han llamado a extender el mecanismo.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo el jueves que "a título personal" estaba a favor del fin del secreto bancario.

"En 2009, le abrimos una brecha al secreto bancario, pero hoy, con la fuerza política del G20, podría romperse el dique", estimó Pascal Saint-Amans.

Pero el proceso se anuncia arduo. Un intercambio automático a nivel internacional requiere de mucha logística, por ejemplo, pero hay varios obstáculos más.

"La lentitud es siempre el problema de todo lo que decide el G20. Algunos países podrían arrastrar los pies", advirtió Eric Lecompte.

Durante las negociaciones en Washington, China ya "opuso resistencia", según indicó a la AFP una fuente cercana a las tratativas.

Privados de medios logísticos adecuados, los países pobres carecen de las capacidades técnicas necesarias para asegurar un intercambio automático, por lo que podrían quedarse fuera del sistema.

"Es un paso importante, pero debe ser extendido a países en desarrollo víctimas de fuga de capitales que no tienen manera de gravar", estimó James Henry, de la organización Tax Justice Network.

Henry relativizó lo alcanzado, al advertir que "queda mucho por hacer", y citó a Winston Churchill para resumir su diagnóstico: "Este no es el fin, ni el principio del fin, pero puede ser el fin del principio". /AFP