Árbol de patio o macetero: no preferir las opciones artificiales de árboles navideños que suelen estar hechos de plástico y que, además, hacen largos viajes para estar en nuestros hogares y sobre los que existen dudas respecto de la mano de obra usada en su fabricación. En una época con temperaturas agradables, es una buena opción ornamentar algún árbol natural en las afueras del hogar y, sin es que vive en departamento, optar porque el árbol de Navidad sea alguna planta interior.
Regalar menos es regalar mejor: ¿Es necesaria esa cantidad de regalos que estoy comprando? Muchas familias están disminuyendo la cantidad de regalos y han adoptado la tradición del “amigo secreto”. Es una buena alternativa para reducir los desechos, bajar los niveles de estrés y ahorrar dinero. ¡Puros beneficios!
Repensar la decoración: buena parte de la oferta que entrega el mercado en estas fechas implican alto gasto energético o bien el uso de materiales poco amistosos con el medioambiente. El mejor árbol no es el más en luminoso, sino el que tiene un sello familiar y que es adornado de manera original. Preferir materiales nobles y que resulten reciclables.
Reciclar o inventar nuevos envoltorios: ¿Cuánto dura el envoltorio del regalo de Navidad? Apenas unos segundos y de manera casi inmediata se convierte en basura. Es una buena idea empezar a innovar. En muchas familias se reutilizan los envoltorios de Navidades pasadas y es un aporte enorme a la baja de desechos. También sirve inventar otras formas novedosas, como por ejemplo utilizar diarios u otros productos que ya estén en la casa y darles diseño o un sello personal.
Electrobasura: Los regalos electrónicos serán uno de los preferidos por los colombianos en estas fiestas. ¿Pero qué pasa con los viejos dispositivos? La llamada electrobasura se ha convertido en un problema creciente. En Colombia cada año se acumulan 130.000 toneladas de basura electrónica. De hecho, este tipo de desperdicios ha aumentado casi tres veces más que el resto de desechos en el país. Por eso la recomendación de consultar puntos que puedan gestionar de manera adecuada este tipo de electrobasura.
Regalar “experiencias”: ¿Y si en vez de regalar solo productos que se acumulan se piensa en obsequiar “experiencias”? Una entrada al cine, adoptar una mascota para la familia o apoyar a alguna ONG o institución de su preferencia pueden ser alternativas interesantes y novedosas.
Adiós bolsas: Lleve siempre una bolsa reutilizable. Comprar, pero poner esos regalos en la bolsa que uno mismo lleva para así contribuir a bajar la cantidad de bolsas de plástico que inundan en el país y que terminan dañando de manera especial nuestros mares.
Velas: Muchas de ellas son confeccionadas con residuos de petróleo que no son buenas ni para la salud ni para el medioambiente. Sí, es cierto que entregan una atmósfera especial y cálida en estas fechas, pero al igual que los componentes en los alimentos, es necesario fijarse en los materiales que se usaron en su fabricación. Preferir siempre las que son amigables medioambientalmente, biodegradables y que no liberan humo.
Ponerse las pilas con las pilas: Muchos de los juguetes de Navidad requieren una enorme cantidad de baterías, las cuales contienen altos niveles de químicos tóxicos y cuyo reciclaje resulta especialmente complejo. Por eso, siempre preferir la compra de pilas recargables para así reducir las cantidades de pilas que terminan rápidamente en la basura.
Descongelar el freezer: Una buena idea en estas fechas es descongelar con tiempo el freezer. De esa manera el refrigerador funcionará de manera más eficiente y se liberará espacio para guardar comida que de otra manera terminaría en la basura./ Greenpeace