Mientras Nacional y Santa Fe se jugaban su futuro con el odio puesto en la reacción del público, que siempre con su algarabía o lamentos informó lo que sucedía en el otro estadio; en Manizales, Huila buscaba pescar en río revuelto y quedarse con el cupo. Y aunque le ganó al Caldas necesitaba que Santa Fe perdiera o empatara.

De los cuatro, Once Caldas, se había quedado rezagado en la lucha, tomó un segundo aire y tenía posibilidades, pero no se dieron una serie de situaciones que lo favorecían para clasificar.

El partido en el Palogrande fue complicado por aquello de que Fernando Pecoso Castro es un viejo zorro del fútbol, que sabe cómo enredar al rival sin renunciar a atacar.  El técnico hizo honor a su experiencia y los cambios efectuados le dieron la victoria pero no la clasificación.