Huila, el coco de Millonarios | El Nuevo Siglo
Domingo, 28 de Agosto de 2011

El equipo azul mejoró en el segundo tiempo pero no logró la paridad.


La paternidad que el Atlético Huila tiene sobre Millonarios en el estadio Plazas Alcid de Neiva sigue prolongándose.


Ayer, el ahora equipo dirigido por Néstor Otero, aprovechó los errores defensivos de los guiados por el venezolano Richard Páez y le convirtió dos goles en el primer tiempo, para sumar los tres primeros puntos en la Liga Postobón II.


Jonnier González y Andrade fueron los encargados de convertir los tantos para los opitas, mientras que de pena máxima, descontó el golero Nelson Ramos.


Justamente, si el marcador no fue más abultado, sobre todo en los primeros 45 minutos, fue porque Ramos lo impidió, ya que se cansó de corregir los errores que cometieron sus compañeros del sistema defensivo y de mediocampo, donde se evidenciaron los mismos problemas que arrastra el equipo desde el pasado torneo.


En el sector Medular, toda la responsabilidad de la marca recae sobre Ganiza Ortiz, ya que Robayo se va al ataque y no regresa y nadie lo auxilia, en tanto que el cuarteto posterior es frágil, no atina en los rebotes y llegan tarde a los cierres.


El regreso de Lewis Ochoa a la formación titular fue nefasto. Ayer lo pasearon y Franco, jugando con el perfil cambiado, no logró acomodarse.


Huila, en cambio, parecía que viniera en franca competencia y con un buen ritmo, sorprendió a su adversario, lo atacó por los costados, por el centro y le llegó continuamente con peligro, pero se encontró con un Ramos seguro.


Páez trató de corregir y excluyó al uruguayo Tancredi para dar paso a Preciado, a quien le cometieron la falta para la pena máxima y Millonarios mejoró.
Ya en la segunda mitad, aunque no cometió tantos errores, no tuvo el suficiente fondo como para llegar al empate.


Además, cuando generó peligro sobre el arco defendido por Luis Estasio, éste se lució, como en una acción de los últimos segundos cuando desvió un cabezazo hacia atrás de Carpintero.


Desilusionó el equipo azul, del que se esperaba un buen nivel y que por lo menos, el técnico Páez hubiera logrado corregir los errores del mediocampo y de la zona defensiva, cosa que no ocurrió.