Aunque los ciudadanos no se darán cuenta de primera mano, hoy se inicia el gran revolcón en la forma de movilizarse los siete millones de habitantes de la capital del país. Al tiempo que comienza la operación del Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp), después de muchos aplazamientos por los hechos de corrupción del cartel de la contratación, arranca la tercera fase de Transmilenio.
Mientras por las troncales de la Carrera Décima y Calle 26 comienzan a rodar hoy los primeros buses rojos o articulados, el Sitp arranca con tarjeta inteligente después que el Plan Maestro de Movilidad, adoptado mediante el Decreto 319 de 2006 determinara acabar la guerra del centavo ya que los paraderos deberán ser respetados tanto por conductores como usuarios y las empresas pasan de afiliadoras de buses a operadoras de transporte.
Desde la perspectiva del Plan de Ordenamiento Territorial, la Troncal de la Calle 26 constituye un corredor de conexión regional, nacional e internacional, por lo que su puesta en operación resulta de vital importancia para la ciudad en términos de su competitividad y desarrollo.
La operación comienza con una Ruta Troncal que inicia su recorrido en el Portal del Dorado, tiene parada en la Estación Gobernación, conecta con la Troncal Caracas realizando parada en las estaciones Avenida Jiménez y Tercer Milenio. De igual forma, tres alimentadoras que prestarán su servicio en las localidades de Fontibón (Zona Franca y La Estancia) y Engativá (Engativá – Centro).
La Fase IIIes un proyecto que hace parte integral del Sitp, que desde la perspectiva de la movilidad y el desarrollo urbano, económico y social de la ciudad incluye la intervención en dos corredores importantes de movilidad, basados en los estudios técnicos que los identificaron como sectores de amplia demanda de pasajeros por contar con áreas urbanas destinadas a usos de vivienda, comercial y de servicios.
Actualmente, las localidades de Fontibón y Engativá son las únicas de estratos más bajos que no cuentan con servicio de Transmilenio. En este sentido, la Calle 26 complementa el principio social que desde su inicio inspiró el proyecto.
Dadas las características de este corredor y con base en los estudios de demanda, la Calle 26 tiene un desplazamiento permanente en los dos sentidos, lo cual garantiza una demanda constante durante el día. Dicho en otras palabras, la Calle 26 no sólo es lugar de origen o de destino, sino combina los dos, pues la gente vive, trabaja y hace uso de los servicios a lo largo del corredor.
La seguridad vial y operacional ha sido aspecto fundamental del proyecto. En este sentido se estima la reducción de la accidentalidad en este corredor vial (Calle 26) teniendo en cuenta que con la entrada de operación de la Fase I, específicamente en la troncal Caracas, la reducción de accidentes al año ha sido de cerca del 80%.
Aunque el plan Maestro de Movilidad establece programas, proyectos y metas a corto, mediano y largo plazo con un horizonte a 20 años, la realidad es que hay un atraso en los cronogramas iniciales que nada tienen que ver con la actual administración que deberá adecuar, en año y medio, las necesidades de movilidad, uso racional y eficiente de los 15.348 kilómetros carril que componen la malla vial de Bogotá.
Beneficios de la Fase III
• Con el inicio de la operación por la Troncal de la 26, la Administración Distrital da un paso más para la integración del transporte masivo en Bogotá.
• La Troncal de la 26 tiene 12.2 kilómetros de longitud y cuenta con 13 estaciones y el Portal de la Avenida el Dorado.
• Para el inicio de la operación el 30 de junio, Transmilenio operará con 74 articulados y 20 alimentadores.
• Durante agosto entra en operación la Troncal de la Carrera 10. Cuenta con 7,3 kilómetros de longitud, 9 estaciones y el Portal del 20 de Julio.