Un mejorsabor y aroma se degustará en la caficultura colombiana, que proyecta fortalecer sus mercados y perfeccionar la competitividad llevando al país a un lugar mucho más privilegiado en el mundo. Esa es la nueva hoja de ruta del sector.
El camino por recorrer se viene abonando con el trabajo de los caficultores, las estrategias del Gobierno y el buen comportamiento del mercado internacional que obligan al país a no bajar la guardia ante eventuales crisis.
Justamente son la calidad, la diferenciación y el valor agregado los elementos fundamentales de competitividad para la industria del café de Colombia, que fueron destacados por expertos internacionales en el marco del LXXX Congreso Nacional de Cafeteros en el que se discutió el nuevo Plan Estratégico 2015-2020 del gremio.
Para lograrlo, los retos por afrontar no son pocos y la innovación juega un papel importante, puesto que se deben “mantener altos estándares de productividad, para lo cual es imperioso mantener una estructura de edades de las plantaciones adecuadas, mediante un ritmo de renovaciones por siembra y soca que asegure que el esfuerzo de los últimos años se mantenga en el tiempo”, como lo indicó el presidente Juan Manuel Santos durante la jornada.
Y es que el encontrar nuevas formas de proteger el ingreso de los productores, es una premisa del Gobierno nacional que viene impulsando decididamente el seguro agropecuario. “Vamos a acabar este año con el doble de área cosechada asegurada, frente al año pasado, pero nos falta todavía mucho camino por recorrer”, dijo.
Ahora “esperamos que los esfuerzos que se vienen dando desde hace más de un año para sacar adelante el seguro climático cafetero, den sus frutos gracias a la estrecha colaboración entre la Federación de Cafeteros, el Ministerio de Agricultura, Finagro y el BID”.
El Jefe de Estado destacó que en este momento el ingreso cafetero está a un nivel alto pero, los ciclos cafeteros y los ciclos económicos son inexorables.
“Debemos prepararnos, y ese fue el espíritu con el que se creó el Fondo Nacional del Café, ver qué mecanismos podemos utilizar ya, hoy, para ir ahorrando, previendo que en el día de mañana esta situación pueda cambiar. Que no tengamos que acudir a medidas improvisadas y a medidas sacadas de cubilete a última hora, que generalmente no dan los resultados”.
Estrategias
Todo ello se logrará cuando se vean los resultados de la implementación de las estrategias del Gobierno, que como lo dijo el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri: Los recursos del Ministerio para el sector cafetero se ejecutarán por departamento y por municipio, a través de los Comités Departamentales y serán los mismos productores en las regiones los que se encargarán de supervisar que los proyectos se ejecuten transparentemente.
Sin embargo, llamó la atención en que para continuar con ese reto es muy importante la Reforma Tributaria que el Gobierno impulsa en el Congreso, porque los recursos para mantener tal presupuesto, de más de cinco billones de pesos, saldrán precisamente de mantener el cuatro por mil.
En cuanto a acceso de financiamiento, el funcionario anunció que los créditos a los productores rurales se otorgarán teniendo en cuenta los ciclos de producción y las situaciones propias de los cultivos; además, se están estudiando líneas con intereses bajos que le den amplitud a los campesinos.
Frente a la investigación, manifestó que van a trabajar unidos la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica) y el Centro de Investigación del Café (Cenicafé), para articular y fortalecer las potencialidades de las dos instituciones en favor de los cafeteros.
En tal sentido, el Ministerio de Agricultura implementará un programa para suministrar acceso a maquinaria como tractores y sanjadoras, entre otros.
En cuanto, asistencia técnica, el funcionario anunció que se van a fortalecer, en conjunto con la Federación, el número de extensionistas y se reactivarán las Unidades Municipales de Asistencia Técnica (Umatas).
Buen balance
Las buenas noticias para el sector se deben a que, tal como lo indicó la Federación Nacional de Cafeteros, se trabajó en la recuperación de productividad del parque cafetero hasta un promedio histórico de 15,2 sacos por hectárea, la tercera más alta de los últimos 14 años.
Con ello se proyecta que la producción del año civil estará por encima de 12 millones de sacos de café verde. Esto ratifica que el gran esfuerzo de transformación productiva que hicieron los cafeteros de la mano de la Federación en los últimos años está entregando importantes frutos.
Desde 2009 y al cierre de noviembre de 2014 se renovaron 600 mil hectáreas, lo que representa más de 3.184 millones de árboles de café, de los cuales el 77% corresponden a variedades resistentes a la roya. De esta manera se establece la base productiva de la caficultura para los próximos 10 años, la cual presenta una importante característica: mayor capacidad de respuesta frente a la variabilidad climática.
Otro resultado de la transformación productiva consiste en haberle ganado la batalla a la roya que actualmente se encuentra en niveles controlados por debajo del 5%. Asimismo, el promedio nacional de infestación de broca se ubica alrededor del 2%, con algunas variaciones regionales.
Una herramienta que permitió dinamizar el proceso de renovación de cafetales fue el acceso al crédito rural. Más de 213 mil créditos para pequeños productores fueron tramitados con el apoyo del Servicio de Extensión, a la vez que se facilitó la inclusión financiera de igual número de productores.
Acciones
Esto se complementa con el lanzamiento de la nueva cédula cafetera inteligente, que permite acceder a una más amplia gama de servicios financieros debido a que puede ser utilizada en 230 mil establecimientos comerciales de todo el país. A la fecha, como parte del proceso de migración a la plataforma de la nueva cédula, cerca de 300 mil productores han sido bancarizados con cuentas de ahorro individuales.
El bienestar de la familia cafetera continuó siendo una de las prioridades para la institucionalidad. La acción de la Federación y sus Comités Departamentales logró multiplicar los recursos de los cafeteros por 3,2 veces, alcanzando más de $2,5 billones que fueron gestionados para el desarrollo de programas de inversión social de los cuales $1,3 se destinaron a obras de infraestructura comunitaria y domiciliaria.
Estos y otros logros obtenidos durante el año que culmina y los cuales reflejan la gestión del último lustro, evidencian la recuperación de la caficultura en el país y la capacidad de ejecución y adaptación de la institucionalidad.