Aunque será el Congreso el que finalmente decida la suerte del bloqueo económico que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace más de 50 años, la histórica decisión tomada por el presidente Barack Obama, terminará conduciendo a dar ese paso.
El mandatario norteamericano anunció la normalización de las relaciones bilaterales con la Isla, dejando atrás más de medio siglo de enfrentamientos y sanciones entre los dos vecinos y, a su vez, allanando el camino para conquistar el voto de una amplia mayoría hispana, mirando hacia las futuras elecciones presidenciales.
“He dado instrucciones al Secretario (de Estado, John) Kerry para que inicie de inmediato discusiones con Cuba para reestablecer relaciones diplomáticas que han estado interrumpidas desde enero de 1961”, dijo Obama en un discurso pronunciado desde la Casa Blanca.
Como consecuencia de esa instrucción, dijo el mandatario, “Estados Unidos va a restablecer una embajada en La Habana y altos funcionarios visitarán Cuba”, lo que pone fin a una ruptura de relaciones que data de hace más de medio siglo.
De acuerdo con Obama, “en el cambio más importante de nuestra política en más de 50 años, pondremos punto final a un abordaje obsoleto que por décadas fracasó en defender nuestros intereses, y comenzaremos a normalizar las relaciones entre los dos países”.
“Somos todos americanos”, dijo Obama en español durante su discurso.
En una nota oficial, Kerry informó que la subsecretaria para el Hemisferio Occidental (América Latina y el Caribe), Roberta Jacobson, viajará en enero a Cuba para iniciar las discusiones. “Espero ser el primer Secretario de Estado en visitar Cuba en más de 60 años”, manifestó.
No funcionó
El presidente estadounidense admitió que “existe una historia difícil entre Estados Unidos y Cuba”, pero se dijo dispuesto a iniciar un “nuevo capítulo”.
Obama recordó que él mismo nació en 1961, después que los dos países ya habían roto relaciones diplomáticas, y poco antes que Estados Unidos ofreció apoyo logístico una invasión a Cuba por parte de milicianos cubanos, que terminó en un desastre.
“Estos 50 años han mostrado que el aislamiento no ha funcionado”, manifestó.
Simultáneamente, en La Habana, Raúl Castro saludó la normalización de las relaciones diplomáticas con Washington, pero lamentó que se mantenga el “bloqueo” económico sobre la isla.
Castro expresó que los cambios anunciados este miércoles por Obama merecen “respeto y reconocimiento”.
“Esta decisión del presidente Obama merece el respeto y reconocimiento de nuestro pueblo”, indicó el presidente cubano, quien agradeció el apoyo del papa Francisco y del gobierno de Canadá en el proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
Obama reveló que también instruyó al secretario Kerry a “revisar la designación de Cuba como estado que patrocina el terrorismo”, aunque adelantó que esa revisión “será realizada con guía en los hechos y en la legislación”.
En su histórico discurso, Obama admitió que el embargo “que ha sido impuesto durante décadas está ahora codificado en la legislación” estadounidense. Pero expresó su confianza de “poder comprometer al Congreso a un debate honesto y serio sobre el levantamiento del embargo”.
De acuerdo con el líder estadounidense, no sirve a los intereses de Estados Unidos ni de los cubanos “empujar a Cuba hacia el colapso. Incluso si eso funcionara, algo que no hizo en 50 años, hemos aprendido que los países tienen más oportunidades de transformación si su gente no es sometida al caos”.
Obama dijo que para los dos países “un futuro de más paz, seguridad y desarrollo democrático es posible si trabajamos juntos” para “proteger los sueños de nuestros ciudadanos”.
La Casa Blanca decidió estos cambios “porque es lo correcto”.
El mandatario estadounidense también ofreció detalles de la llamada telefónica que mantuvo el martes con el líder cubano Raúl Castro, un contacto sin precedentes en más de medio siglo.
En esa conversación, dijo Obama, “dejé clara mi convicción de que la sociedad cubana y sus ciudadanos sufren restricciones”, pero eso no impidió que los dos dirigentes acuerden pasar la página y normalizar las relaciones bilaterales.
Intercambio de detenidos
Los anuncios ocurrieron pocas horas después de la decisión de Cuba de liberar al estadounidense Alan Gross, quien había sido condenado a 15 años de prisión por espionaje. Washington había insistido que su detención desde 2009 era un obstáculo al acercamiento diplomático.
El mandatario estadounidense saludó la libertad de Gross y dijo que paralelamente Cuba y Estados Unidos acordaron un intercambio de prisioneros, que permitió la liberación de tres agentes cubanos, de un grupo original de cinco, que cumplían pena por espionaje en cárceles estadounidenses.
A cambio, “Cuba liberó a uno de los más importantes agentes de inteligencia que Estados Unidos haya tenido en Cuba y quien ha estado en prisión por casi dos décadas”, dijo sin revelar la entidad del agente.
Los principales puntos del acuerdo son:
1. Relaciones diplomáticas
Estados Unidos abrirá una embajada en Cuba “lo antes posible”, según una fuente del gobierno norteamericano. Las relaciones diplomáticas son inexistentes desde enero de 1961, por lo que ambos países solo tienen una Sección de Intereses en ambas capitales.
El gobierno estadounidense también se comprometió a iniciar el proceso para sacar a Cuba de la lista de Estados que apoyan el terrorismo, en la que aparece desde 1982.
Obama informó igualmente que asistirá a la Cumbre de las Américas que se celebrará en abril de 2015 en Panamá. Cuba también dijo que participará en la reunión por primera vez desde 1994.
2. Viajes a Cuba
Los viajes de placer a Cuba organizados de forma independiente seguirán estando prohibidos, aunque los estadounidenses pueden visitar actualmente la isla mediante tours programados por agencias dependientes del gobierno estadounidense.
La administración Obama levantará sin embargo las restricciones sobre 12 categorías de viajeros a Cuba, como las visitas familiares, los periodistas, los investigadores, las actividades relacionadas con la educación, la religión, el deporte, la ayuda humanitaria, y la exportación e importación de algunos materiales, entre otras.
Algunas de estas categorías, como la de los viajes familiares, ya se beneficiaron en 2009 de una rebaja de las restricciones.
Por otro lado, Estados Unidos permitirá que el máximo de remesas a Cuba pase de 500 a 2.000 dólares por trimestre.
3. Economía y comercio
El presidente cubano Raúl Castro advirtió que el “bloqueo” sobre la isla sigue siendo el principal punto a solucionar entre ambos países, a pesar de que Obama se comprometió a revisar con el Congreso el fin del embargo comercial establecido en 1962.
La Casa Blanca anunció de su lado que los estadounidenses podrán comenzar a usar sus tarjetas de crédito en Cuba.
Las instituciones estadounidenses podrán asimismo abrir cuentas bancarias en los organismos financieros cubanos para agilizar pagos mediante transacciones autorizadas.
También se permitirá la exportación a Cuba de material para la construcción de proyectos inmobiliarios privados, bienes para emprendedores del sector privado y bienes agrícolas para pequeños productores agrónomos.
Lo mismo sucederá con la exportación de material de comunicación y telecomunicaciones para desarrollar la red de Internet en la isla.
Por último, los viajeros estadounidenses podrán regresar a su país con 400 dólares en bienes, de los cuales un máximo de 100 dólares en los famosos cigarros cubanos./Con AFP