"Hectárea de coca nos da 4 o 5 millones de pesos" | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Agosto de 2013

Saúl Amado desea cambiar la siembra de coca por la de yuca o plátano, pero protesta contra la erradicación de esos cultivos en la región colombiana de Catatumbo, pues constituyen la única manera de mantener a su familia en esta zona dominada por el negocio de las drogas.

Amado, un campesino de 39 años que vive en esta zona del noreste de Colombia fronteriza con Venezuela, dejó hace semanas su finca para unirse a las protestas contra la erradicación de cultivos ilícitos y exigir al gobierno opciones de siembra alternativas que le garanticen el sustento.

"Si se arreglan las vías y se mejora la asistencia al campesino, en cinco años podríamos estar eliminando la última mata de coca. Para nosotros las ganas de salir del tema de la coca es grande, pero tenemos gran necesidad de garantizar un cultivo que nos permita vivir", dijo Amado a la AFP.

Al igual que muchos de los manifestantes que desde hace 52 días bloquean las carreteras de la zona, Amado fue desplazado de Catatumbo por paramilitares de derecha a fines de la década del '90 y regresó hace ocho años.

Sin soltar su "bolillo patriótico" -un palo decorado con el tricolor nacional que le sirve para inspirar "respeto"-, Amado explicó que pasó diez años vagando por Colombia e incluso Venezuela antes volver, y sólo encontró lucro en la siembra de coca.

Sacar un cargamento de yuca, primero en burro y luego en canoa, le costaría lo mismo que le pagarían luego al venderla, aseguró.

"Con una hectárea de coca, que es fácil de sacar (porque los compradores la vienen a recoger), podemos producir en cambio cada dos meses de 4 a 5 millones de pesos (entre 2.100 y 2.600 dólares) y eso sí da para más o menos vivir", explicó.

La región de Catatumbo es una de las más atrasadas del país y ha sufrido con crudeza el conflicto armado, con presencia de guerrillas de izquierda y paramilitares de derecha.

La zona, rica en biodiversidad y recursos como carbón y petróleo, también es importante en el cultivo de la hoja de coca, de la cual Colombia es el primer productor mundial con 64.000 hectáreas sembradas en 2011, según la ONU.

La cercanía con Venezuela, de donde se obtiene gasolina barata para el procesamiento de la hoja y por donde se puede sacar la cocaína, hace más atractivo el negocio de las drogas.

Luz, una campesina que se movilizó junto a su esposo también cree que con "una carretera podríamos sembrar más cosas, además de coca, y sacarlas para vender".

Mientras preparaba el almuerzo bajo el sol de mediodía para unos 60 campesinos que viven cerca de su finca y acampan en Tibú desde que comenzaron las protestas, Luz detalló que además en Catatumbo carecen de "luz eléctrica, salud y escuelas".

José Abril, uno de los líderes de la Asociación Campesina de Catatumbo, explicó que su propuesta "es la sustitución gradual de cultivos. Pero hay que pensar a la vez en salud y educación para los campesinos".

Así, aunque la protesta comenzó contra la erradicación de cultivos de coca, luego se agregaron otros reclamos sociales y la petición de una zona de reserva campesina.

Las reservas campesinas son una figura legal creada en 1994 que concede ciertos niveles de autonomía para preservar la pequeña propiedad de la tierra.

"La zona de reserva campesina es clave porque garantiza que no haya más desplazamiento, ni por las matanzas paramiliatres de antes ni porque el gobierno quiera entregar nuestras tierras a multinacionales para explotación minera ahora", explicó Abril.

Tibú, centro de la protesta

Las manifestaciones se han concentrado en el bloqueo de la vía que lleva de las poblaciones de Cúcuta a Tibú (Norte de Santander).

El punto es clave porque allí la estatal petrolera Ecopetrol tiene un importante campo, que se encuentra paralizado. También hay en la zona grandes plantaciones de palma africana que igualmente vieron detenida su actividad.

Según los líderes de la protesta, en estas semanas las pérdidas de Ecopetrol en la zona podrían llegar a 10 millones de dólares.

Para retomar el diálogo con el gobierno, los campesinos de Catatumbo anunciaron que este fin de semana desbloquearán las vías. Se espera que el lunes o martes de la semana próxima presenten formalmente sus planteamientos, el primero de estos la creación de la zona de reserva campesina.

También pedirán una indemnización para 300 familias afectadas por la erradicación y financiamiento para cultivos alternativos.

Además de los cultivadores afectados, la protesta ha sumado a otras personas, como María Carvajal, comerciante de ropa y cosméticos, quien dejó a su familia para unirse a las manifestaciones porque tiene claro que "si los campesinos no tienen dinero, uno no vende".

"Todos nos beneficiamos directa o indirectamente de la coca", dijo.