Hay discriminación en la participación política: Barómetro | El Nuevo Siglo
Martes, 15 de Enero de 2013

Muy mal se encuentra América Latina en cuanto a la igualdad de acceso a la actividad política, de acuerdo con un informe de Barómetro de las Américas divulgado ayer.

 

Según el documento entregado a la prensa, “se encuentra que los niveles de voto autorreportados por género han convergido a lo largo del tiempo: en 2012, no hay evidencia de una brecha de género en la participación electoral. Se encuentra, sin embargo, que los roles de género están relacionados con otras formas de participación cívica y política. En las Américas en su conjunto, las amas de casa participan más que los hombres y que las mujeres que no son amas de casa en asociaciones religiosas y de padres, aunque esta participación no siempre se refleja en posiciones de liderazgo en éstas u otras organizaciones. Los hombres, por otro lado, tienen una mayor probabilidad de participar en organizaciones de mejoras de la comunidad tanto como miembros y como líderes, tienen también una mayor probabilidad de intentar convencer a otros sobre las opiniones políticas, y de trabajar en campañas políticas”.

 

“Más allá de la brecha de género, se examinan las desigualdades en la participación entre los diferentes grupos socioeconómicos y las diferentes líneas raciales. La buena noticia es que en promedio se encuentra escasa evidencia de diferencias en participación entre diferentes grupos raciales, aunque en un número de países los ciudadanos con piel más oscura tienen mayor probabilidad de participar más que otros en campañas políticas. Sin embargo, las noticias no tan buenas son que las desigualdades son mucho mayores y más persistentes  entre líneas de clase social: aquellos que son más ricos y con mayor nivel de educación participan mucho más en la mayoría de formas de participación política que los que tienen menores niveles de educación y que los ciudadanos más pobres”.

“Dado que las actitudes pueden crear barreras a la participación en las actividades políticas y cívicas, se examina también la opinión pública con respecto  a la participación de diferentes tipos de personas. Aunque las opiniones en promedio tienden a situarse en contra de la discriminación, no obstante se encuentra que aproximadamente una de cada cuatro personas en las Américas cree que los hombres son mejores líderes políticos. Sin embargo, al mismo tiempo, entre aquellos que distinguen entre géneros, los individuos tienden a reportar que las mujeres políticas son menos corruptas y más capaces de manejar la economía”.

“Adicionalmente, se encuentra que el 10% de los ciudadanos expresa actitudes discriminatorias hacia los líderes políticos de piel más oscura, mientras el 20% está en desacuerdo con permitir a las personas con discapacidad postularse  para un cargo político, y el 51% desaprueba que los homosexuales se postulen”.

 

Prejuicios

El estudio “revela importantes desigualdades en los niveles de educación, riqueza, ingreso e inseguridad alimentaria. Las personas con tonos de piel más oscura, en promedio, tienen menos años de educación y menores ingresos  que aquellos con tonos de piel más clara. Las mujeres que trabajan tienen ingresos personales más bajos en promedio que los hombres, incluso después de tener en cuenta la educación. Además se encuentra que tanto las personas de piel más oscura y las mujeres tienen un mayor riesgo de inseguridad alimentaria en las Américas.  Adicionalmente, se encuentra que  los antecedentes familiares (medidos por los años de educación de la madre) están fuertemente relacionados con qué tan bien o qué tan mal les va a los ciudadanos en las Américas”.

“Al analizar la opinión pública, se encuentra que muchas personas en las Américas apoyan la acción del Estado para reducir la desigualdad. Con la excepción de los Estados Unidos, el ciudadano promedio en todos los países de las Américas está muy de acuerdo con que el Estado debería implementar políticas que reduzcan las desigualdades de ingreso. Pero, por otro lado, cuando se pregunta sobre las políticas diseñadas para grupos particulares se encuentran opiniones más diversas. Por ejemplo, el apoyo promedio para políticas de acción afirmativa basadas en la raza o el tono de piel, se sitúa justo por debajo del punto neutral en el conjunto de las Américas”.

“El ciudadano promedio apoya significativamente estas medidas en ocho países, mientras que el ciudadano promedio se opone de alguna manera a la acción afirmativa en siete países. También se encuentra evidencia de un estigma hacia la asistencia pública, que se observa en las percepciones negativas hacia aquellos que reciben asistencia social en varios países. Por lo tanto, existe cierta tensión en la opinión pública  en las Américas: mientras algunos están a favor de la intervención estatal para reducir la desigualdad, otros adoptan una visión negativa de  las políticas dirigidas a ciertos grupos raciales así como de aquellos que reciben asistencia estatal. Además, se encuentra evidencia de que las actitudes discriminatorias conducen a la desigualdad en las Américas”.  “Por ejemplo, en 13 países al menos el 20% de la población cree que la pobreza de las personas de piel oscura se debe a su cultura.  Además, aproximadamente el 30% de los ciudadanos de las Américas está algo de acuerdo con la idea de que los hombres deberían tener prioridad sobre las mujeres en el mercado laboral.