El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump designó a Nikki Haley como futura embajadora ante la ONU, el primer nombramiento de una mujer en su gabinete que envía una señal de apertura pese al perfil ultraconservador de la gobernadora de Carolina del Sur.
Este cargo tiene rango de gabinete ministerial y su nombramiento no depende del secretario de Estado, puesto para el que Trump aún no ha tomado una decisión.
Haley, de 44 años e hija de inmigrantes indios, es considerada una figura creciente en el ala ultraconservadora del partido republicano.
En una nota manifestó que se sentía "honrada" por la propuesta de Trump de representar a su país ante la ONU, pese a que le criticó severamente durante la campaña electoral.
La gobernadora se alineó primero con el aspirante presidencial Marco Rubio, quien rápidamente quedó fuera de combate en la interna republicana, y luego apoyó al senador Ted Cruz, quien también resultó arrollado por Trump en las primarias del partido.
En febrero, Haley llegó a comentar que Trump representaba "todo lo que un gobernador no quiere en un presidente".
Sin embargo, el hecho de ser mujer e hija de inmigrantes puede inyectar algo de diversidad en el gabinete montado por Trump.
En la nota oficial sobre el anuncio, el equipo de Trump no ahorró en elogios.
"La gobernadora Haley es una de las autoridades más universalmente respetadas en nuestro país", afirmó.
"Será una gran líder para representarnos en la escena mundial", añadió el anuncio, para añadir que "ha demostrado tener la capacidad de alcanzar acuerdos, así que esperamos sellar muchos acuerdos" gracias a ella.
- De la crítica a la adhesión -
Haley es hija de una pareja sij que se instaló en Estados Unidos e abrió una modesta tienda de ropa.
Su nombre se tornó conocido a nivel nacional en 2010, cuando la excandidata a vicepresidente Sarah Palin la apoyó en su campaña para convertirse en gobernadora de Carolina del Sur.
La ayuda de Palin fue interpretada como un gesto para atraer figuras femeninas dentro del llamado Tea Party, la facción ultraconservadora del Partido Republicano.
En 2015, Haley recibió apoyo de prácticamente todo el país cuando inició una campaña para remover de todos los edificios públicos de Carolina del Sur la bandera confederada, vista por la mayoría de los estadounidenses como un símbolo racista.
La bandera, que la propia Haley había defendido anteriormente, es asociada al pasado esclavista del país y a los movimientos contrarios a los derechos civiles en el siglo XX.
Si se considera la visión de política externa y el papel internacional de Estados Unidos delineada por Trump durante la campaña electoral, Haley tendrá mucho trabajo por delante en la ONU.
Asuntos como la situación en Siria o en Ucrania han provocado mucha tensión en la sede de Naciones Unidas, en particular en las relaciones de Estados Unidos con Rusia. Haley tendrá en sus manos la llave de esas negociaciones.
Su nominación como embajadora ante la ONU deberá ser confirmada por el Senado.
- Gabinete en formación -
Trump volvió a utilizar la red social Twitter para dejar entrever sus planes de gobierno la noche del martes.
En un mensaje, el presidente electo dijo que "consideraba seriamente" al médico ultraconservador Ben Carson, su exadversario en la interna republicana, para el cargo de secretario de Vivienda y Urbanismo.
"He llegado a conocerlo muy bien. Es una persona talentosa que siente amor por las personas", escribió el magnate inmobiliario.
Hasta el momento, Trump nombró al senador Jeff Sessions como futuro Secretario de Justicia y Fiscal General, Mike Pompeo como jefe de la CIA y a Reince Priebus como su jefe de Gabinete.
Además nombró al general retirado Mike Flynn como asesor sobre seguridad nacional y al editor Steve Bannon como su jefe de estrategia.
En educación
Horas más tarde, Trump nombró a la multimillonaria Betsy DeVos para encabezar el Departamento de Educación, la segunda mujer en integrar el futuro gabinete.
Trump había anunciado más temprano la designación de la actual gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, para ser la futura embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas.
En una nota oficial, el equipo del presidente electo aseguró que DeVos "reformará el sistema educativo de Estados Unidos y romperá la burocracia que maniata a nuestros niños, para poder ofrecer educación de calidad y opción de escuelas a todas las familias".
En respuesta, DeVos dijo sentirse "honrada en aceptar la responsabilidad", y aseguró que "la situación actual en la educación no es aceptable".
DeVos, de 58 años, es una millonaria activista cuya familia está relacionada a la empresa Amway, y tiene una larga trayectoria dentro del Partido Republicano.