Cuando los congresistas del Partido Social de Unidad Nacional (La U) debatían con los ministros Mauricio Cárdenas y Fernando Carrillo que se retirara el mensaje de urgencia para la reforma tributaria, el Gobierno no solo los confirmó sino que lo extendió a todo el, paquete económico.

El ministro Cárdenas cree que la reforma tributaria aliviará la situación para importantes sectores de la economía colombiana, muy afectados por la revaluación y que sufren los efectos de la recesión internacional.

Carrillo manifestó que si no se insiste en el mensaje de urgencia, por tiempo el proyecto no pasaría.

El representante Ángel Custodio Cabrera le expresó a EL NUEVO SIGLO que “desde mi punto de vista personal, sino se le coloca mensaje de urgencia no hay reforma tributaria".

El senador Juan Lozano dijo que “queremos aprobar una buena reforma tributaria. Es altamente inconveniente que se ponga al congreso a aprobar la tributaria a las volandas”.

El representante Jaime Alonso Zuluaga anotó que la reforma tributaria se le debe dar un estudio con toda tranquilidad.

El presidente encargado de la colectividad Plinio Olano señaló que “el Partido necesita saber si los nuevos ingresos de la reforma tributaria, van ayudar a la sostenibilidad de los proyectos que el partido impulsa como la reforma a la salud, todo el tema de la prosperidad social y si se garantiza la seguridad alimentaria, si todo conlleva a eso apoyaremos la reforma”.

El representante Albeiro Vanegas aclaró que la reforma tributaria es un proyecto muy importante y que por eso hay que estudiarlo con todo detenimiento porque es importante no solo para el país, sino también para el gobierno y para el Congreso.

Vanegas lo que señaló que "nosotros actuaremos con la responsabilidad que le corresponde al Congreso y tenemos toda la decisión de trabajar mancomunadamente con el Gobierno".

Este Diario también habló con congresistas de otras bancadas políticas.

El vocero del Partido Verde en el Senado, Jorge Londoño, indicó  que el estudio debe ser calmadamente y no con apresuramientos. "Esto lo debemos hacer de manera consciente y si bien es cierto que es urgente, de manera tranquila".

Londoño manifestó que el problema es que se discuten muchas leyes cuando se está terminando la legislatura y por esa razón quedan mal hechas.

Para el congresista conservador Eduardo Enríquez el mensaje de urgencia tiene respaldo constitucional y el Gobierno tiene todo el derecho de hacerlo. "Igualmente el Congreso tiene la obligación de hacerlo".

El presidente del Directorio Nacional Conservador, Efarín Cepeda, aclaró que no se va a pupitrear reforma alguna y que se estudiara con mucho detenimiento.

Uno de los ponentes de la reforma tributaria, el senador Camilo Sánchez, del Partido Liberal, garantizó que no se tocarán productos como el maíz o el arroz.

“Los impuestos de consumo no serán para los almuerzos de 6 mil pesos, los corrientazos, sino a los restaurantes se les cobrará por lo alto”, afirmó Sánchez.

El congresista liberal aseguró también la declaración de renta sólo aplicará para quienes ganen salarios superiores a los 6 millones de pesos y no los 2.300.000 como quedó en el proyecto original.

De todas maneras los legisladores de las Comisiones tercera están listos para el estudio y análisis de la reforma tributaria, pero reiteraron que lo harán con toda la tranquilidad de caso para no volver a caer en errores que después tengan que rectificar.

 

 

 

 

 

Los proyectos

 

Reforma tributaria

 

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, confirmó que en este proyecto no se incluirán nuevos impuestos y que el Gobierno no ha contemplado la posibilidad de cobrar tributos sobre ninguno de los artículos de la canasta básica.

El funcionario señaló que la intención no es aumentar el recaudo, sino organizar el sistema tributario. La idea es hacer que el sistema sea más simple y efectivo aseguró el funcionario.

Cárdenas dijo que el Gobierno también contempla la posibilidad de cambios en la estructura tributaria sobre los combustibles para bajar el precio de la gasolina, aunque, dijo, aun es prematuro determinar el monto de la rebaja.

 

Reglamentación de la Ley de Sostenibilidad Fiscal

 

En junio se archivó por tránsito de legislatura el proyecto de ley número 101 de 2011 “por el cual se desarrolla el principio de sostenibilidad fiscal como Norma Orgánica Presupuestal”, que había sido radicado el 20 de septiembre del año pasado por el representante Buenaventura León, del Partido Conservador.

Dicha iniciativa dictaba las normas orgánicas que regularían el principio de sostenibilidad fiscal instituido por medio del acto legislativo 03 de 2011. De acuerdo a esto, se incorpora la sostenibilidad fiscal a los principios presupuestales que ya contiene el Estatuto Orgánico Presupuestal: planificación, anualidad, universalidad, unidad de caja, programación integral, especialización, inembargabilidad, coherencia macroeconómica, y homeóstesis presupuestal.

 

Pagos electrónicos

 

En este proyecto de ley, el Ministerio de Hacienda fijará el marco general para la operación de medios de pago que no sólo ofrecen los bancos, sino cualquier otra empresa industrial o comercial del país.

La idea es impulsar el desarrollo de instrumentos electrónicos y hasta las llamadas tarjetas prepago sobre las que no hay un marco legal que regule su operación.

 

Eliminación de los tres ceros en la moneda nacional

 

Ayer mismo el presidente Santos defendió la propuesta de eliminar tres ceros al peso colombiano, al considerar que ayuda a que la moneda se fortalezca y no pierda valor.

“Reducir el número de ceros de nuestra moneda tiene toda la lógica del mundo y tiene muchísimas conveniencias, muchos beneficios. Ese es un paso adicional en mantener la política de la moneda sana. Es un paso que va a significar beneficios para el poder adquisitivo de los colombianos y por eso hicimos esa propuesta al Congreso el día de ayer”, indicó el Mandatario.

 

Reforma pensional (será discutida y socializada con la Comisión de Concertación)

 

El ministro Cárdenas aclaró que esta “es una reforma que se va a iniciar una discusión con la comisión para asuntos Laborales y Pensionales entre empleadores, sindicatos y empresarios”.

En el Gobierno admiten que la reforma todavía está en una etapa “embrionaria” y no está ni definida ni cerrada. “Se quiere hacer una discusión y más adelante llevarla al Congreso”, aclaró Cárdenas.

 

Proyecto sobre el contrato de aprendizaje

 

El ministro de Trabajo, Rafael Pardo, ha explicado que esta propuesta buscar incrementar el número de jóvenes beneficiarios y de la misma forma el número de empresas vinculadas a la iniciativa.

“Queremos que sea acorde con las necesidades del país y de los jóvenes; que pueda ser un impulso importante para la formación. Estamos examinando esta iniciativa; el legislativo tiene autonomía pero vamos a buscar que cualquier iniciativa respete los principios fundamentales de la Institución”, dijo.

 

 

 

 

ANÁLISIS

Los malos alumnos

 

Decisión tardía. Esa es la mejor manera de calificar la determinación concretada ayer entre el Gobierno y las bancadas en torno a que la priorización de la agenda legislativa se daría alrededor de los proyectos económicos, encabezados por la reforma tributaria.

A escasos ocho días de cumplir los tres meses de la actual legislatura es claro que la productividad del Congreso es casi nula, no sólo porque el Ejecutivo se demoró en presentar el paquete de proyectos (esperó  hasta estar seguro de que había pasado el roce con el Congreso por la malhadada reforma a la justicia), sino porque en Senado y Cámara se quedaron esperando la llegada de esas iniciativas, andando a media marcha y sin que los parlamentarios presentaran proyectos propios de grandes implicaciones. Es más, el único avance medianamente importante se dio alrededor de la reforma al fuero militar, que venía en curso desde la legislatura pasada. De resto, el ausentismo ha sido la nota predominante, condimentada apenas por escándalos mediáticos como los relacionados a la orden de un examen médico al Vicepresidente o la andanada de reacciones y pronunciamientos para ‘montarse’ en el proceso de paz entre Gobierno y Farc.

Las preguntas son sencillas: ¿Faltando apenas dos meses para que acabe la actual legislatura hay suficiente tiempo para sacar avante la reforma tributaria (prioridad), la adición presupuestal o el salvavidas a los hospitales públicos? ¿Será suficiente el mensaje de urgencia para acelerar el debate a proyectos que, como el tributario, son muy complejos, despiertan muchas susceptibilidades entre la opinión pública y llevan a múltiples sectores a acudir al lobby ante los congresistas para ponerse a salvo del apretón en impuestos que asoma?

Además, por más que la prioridad sea el paquete de proyectos económicos también hay en curso otras iniciativas clave como la reforma electoral o el mismo ajuste al fuero militar, a lo que se suman debates polarizantes como aquellos sobre el aborto o la eutanasia.

Muy al estilo de lo que les pasa a los alumnos desaplicados que al final del periodo académico vuelcan todos sus esfuerzos para recuperar el tiempo perdido y tratar de ‘pasar el año’, al Gobierno y Congreso les cogió la tarde en este primer tramo de la legislatura y ello tendrá un precio: más temprano que tarde habrá que sacrificar algunas iniciativas de las prioritarias, aplazarlas para marzo del próximo año o resignarse a su hundimiento.

Al final el tiempo será implacable y pasará factura. El escenario así lo dicta: un calendario apretado, el seguro trancón de iniciativas prioritarias en las comisiones económicas y las plenarias, los riesgos que implican esas improvisadas maniobras para viabilizar pupitrazos disfrazados, y una coalición de Unidad Nacional que todavía no se ha probado en esta legislatura (lo que hace imposible saber si las fisuras quedaron cerradas)…

En el mejor de los casos, al Gobierno y su coalición a lo último les tocará definir entre los proyectos importantes y los urgentes, sean o no del paquete económico.