El entrenador del Bayern de Múnich, Josep Guardiola, sufrió su primer gran fracaso como técnico del equipo alemán, al que llegó al principio de la actual temporada, con la eliminación ante el Real Madrid el martes en las semifinales de la Liga de Campeones.

El adiós llegó además con humillación incluida, con una derrota 4-0 en casa, algo que no esperaban ni los hinchas del club bávaro ni los periodistas alemanes, que pusieron este miércoles el foco en la figura del técnico catalán.

El término "desastre" fue muy repetido por los diarios germanos, entre los cuales el Süddeutsche Zeitung hablaba de una noche de "tortura" que "altera" el balance de una temporada que había generado altas expectativas, asegurando ya a finales de marzo el título matemático en la Bundesliga alemana. Antes el equipo muniqués se había llevado la Supercopa de Europa en agosto y el Mundial de Clubes en diciembre.

Pero el Bayern, que la pasada campaña consiguió un 'triplete' Bundesliga-Liga de Campeones-Copa de Alemania con Jupp Heynckes, tenía puestas sus principales ilusiones en el torneo europeo, el más importante, y allí el equipo decepcionó, sufriendo además la derrota más amplia en casa en competición europea.

Guardiola, que asombró al planeta fútbol con 14 títulos durante su histórica etapa de cuatro temporadas al frente del Barcelona, nunca había sufrido una derrota tan dolorosa.

Entre los debates abiertos por la prensa alemana en el día siguiente a la eliminación destaca sobre todo el del sistema de juego.

¿Debe Guardiola replantearse su sistema y filosofía de juego? En la posesión del balón, el Bayern dominó (64% contra 37%), pero el resultado 4-0 a favor de los españoles fue desolador para el campeón alemán.

La cuestión del sistema de Guardiola ya había emergido tras la derrota del Bayern en la ida, por 1-0 en Madrid.

Error táctico

Guardiola, tras el partido del martes, no tuvo problemas en asumir la responsabilidad de este fracaso.

"Hemos jugado mal y asumo la responsabilidad. He cometido un error táctico", declaró, en referencia especialmente a su elección de asociar a Toni Kroos con Bastian Schweinsteiger como volantes defensivos.

Pero lo que tiene claro Guardiola es que no va a cambiar su forma de ver el fútbol.

Sigue convencido de que la posesión es la clave del éxito y ese principio fue el eje de su lluvia de títulos en Barcelona.

Desde su llegada a Baviera, siempre ha defendido la necesidad de implantar esa idea en el plantel de Franck Ribery, Arjen Robben y compañía.

"Se puede hablar de si tenemos los jugadores adecuados para jugar con ese estilo", concedió, en un posible mensaje a los dirigentes del club, de cara a la contratación de nuevas figuras, sobre todo en una defensa incapaz de hacer frente al vendaval madrileño.

La llegada del goleador polaco Robert Lewandowski aportará nuevas opciones en ataque, donde el croata Mario Mandzukic no encontró espacios en el doble duelo ante el Real Madrid.

Una de las incorporaciones será un jugador que ya pertenece al club, el español Thiago Alcántara, que se lesionó a finales de marzo y dejó al Bayern sin un hombre determinante en plena recta final de la temporada.

Otros en el equipo están cansados de debates sobre el sistema de juego.

"Tenemos que dejar de preguntarnos por los sistemas y mover el culo", sentenció Thomas Müller, pensando ya en el último título al que aspira el Bayern esta temporada, el de la Copa de Alemania, donde juega la final el 17 de mayo en Berlín ante el Borussia Dortmund.