El anuncio de la decapitación de un periodista por la organización Estado Islámico (EI) en represalia por los bombardeos estadounidenses en Irak y las amenazas de matar a otro provocaron condenas y llamados para reforzar la lucha contra los yihadistas.
En un video titulado "Mensaje a Estados Unidos", difundido el martes en internet, EI muestra a un individuo encapuchado vestido de negro que con un cuchillo empieza a degollar a un hombre que se parece al periodista norteamericano James Foley, quien en la imagen siguiente aparece decapitado.
Las imágenes muestran a otro reportero estadounidense, al que identifican como Steven Sotloff, a quien amenazan con ejecutar si el presidente Barack Obama no pone fin a los ataques aéreos norteamericanos en Irak.
"Cualquier agresión contra Estado Islámico es una agresión contra los musulmanes que han aceptado el califato islámico y su liderazgo", declara antes de proceder a la ejecución el verdugo, que según analistas podría ser británico, por su acento y sus modismos.
Foley era un experimentado corresponsal que cubrió la guerra en Libia antes de dirigirse a Siria para seguir las revueltas contra Bashar al Asad para Global Post, AFP y otros medios. Según testigos, fue secuestrado en el norte de Siria en noviembre de 2012.
"Nunca hemos estado más orgullosos de nuestro hijo Jim", dijo la madre de Foley, Diane, en un mensaje de Facebook, sin que las autoridades hayan confirmado hasta el momento la veracidad del video.
"Rogamos a los secuestradores que perdonen las vidas de los rehenes que quedan (...) Ellos no tienen control sobre la política del gobierno de Estados Unidos en Irak, Siria o cualquier lugar del mundo", añadió.
"Si [el video] es auténtico, estamos horrorizados por la muerte brutal de un periodista norteamericano inocente", señaló la portavoz del Consejo estadounidense de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden.
EI, formado por insurgentes sunitas, proclamó la creación de un emirato a caballo entre Siria e Irak. En junio lanzó una fulgurante ofensiva, que le permitió conquistar Mosul (norte de Irak) y avanzar hacia Bagdad y hacia la región autónoma de Kurdistán.
Obama ordenó el 8 de agosto a la aviación estadounidense apoyar el contraataque de las fuerzas kurdas y del gobierno central, en la primera intervención norteamericana en Irak desde que Washington retiró a sus últimos soldados de ese país en 2011, tras ocho años de presencia.
La contraofensiva obligó en los últimos días a los yihadistas a retirarse de algunas zonas del norte, incluida la estratégica presa de Mosul.
Una ofensiva lanzada el martes contra Tikrit, al norte de Bagdad, presentada como un gran paso para liberar la ciudad, no dio resultados significativos.
La ciudad era blanco el miércoles de bombardeos estadounidenses, mientras las fuerzas iraquíes estaban apostadas a las afueras, según la policía y testigos.
Obama insiste en que los bombardeos estadounidenses serán limitados, pero responsables iraquíes y observadores estiman que sólo una intervención extranjera frenará la expansión yihadista en Irak.
- Llamados a reforzar la ofensiva antiyihadista -
El anuncio de la ejecución provocó reacciones de horror y llamados a reforzar la ofensiva antiyihadista en Irak.
Francia abogó por una "estrategia global" contra EI, al que definió como "un casi Estado terrorista" y Alemania se dijo dispuesta a enviar armas para ayudar a los kurdos iraquíes.
El primer ministro británico, David Cameron, interrumpió sus vacaciones para discutir con representantes de su gobierno y de las agencias de inteligencia "la amenaza que constituyen los terroristas de la organización Estado Islámico".
Cameron ha expresado en muchas ocasiones su preocupación por la participación de islamistas británicos en las guerras de Siria e Irak y por su posible regreso con la intención de llevar la "yihad" en suelo británico.
Un experto consultado por la AFP dijo que tiene pocas dudas de que el yihadista sea británico.
"Hemos mirado" el video "y estamos bastante convencidos de que es un británico", afirmó Shiraz Maher, analista del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización (ICSR) del King's College de Londres.
La ejecución se llevó a cabo en una zona desértica, sin que sea posible ubicarla.
El periodista está arrodillado y viste un uniforme de color naranja, que recuerda al de los prisioneros retenidos por Estados Unidos en la prisión de Guantánamo.
Vestido de la misma manera, aparece Sotloff, cuyo secuestro en agosto de 2013 tuvo menos repercusión mediática. El periodista ha colaborado con publicaciones estadounidenses como Time, Foreign Policy o The Christian Science Monitor.
El presidente de la AFP, Emmanuel Hoog, destacó que Foley era "un periodista valiente, independiente e imparcial", cuyo trabajo era "ampliamente admirado".