No tuvo acogida la figura de autoridad portuaria en los distritos de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Buenaventura

Con la aprobación ayer del régimen de las áreas metropolitanas, por parte de la plenaria de la Cámara, y el régimen distrital, el martes pasado, por la plenaria del Senado, el Gobierno nacional logró en esta semana final de sesiones sacar adelante en buena medida su llamada revolución territorial.

Ya en junio pasado el Parlamento había aprobado la reforma municipal. Sin embargo el lunar para la administración Santos hasta el momento ha sido la reforma al régimen departamental, la cual salió aprobada en Cámara en marzo de este año, sin embargo desde ahí quedó anclada en la Comisión Primera de Senado por falta de acuerdos entre el Gobierno y el Legislativo en cuanto a varios aspectos del articulado.

A la espera de la sanción presidencial el régimen distrital contiene las disposiciones que conforman el estatuto político, administrativo y fiscal de estas entidades territoriales. Además dota a los distritos de las facultades, instrumentos y recursos que les permitan cumplir las funciones y prestar los servicios a su cargo.

En ese sentido esta iniciativa establece que para la creación de distritos especiales, el ente territorial debe tener, por lo menos, 600 mil habitantes, según certificación del DANE.

Igualmente amplía y dinamiza las atribuciones especiales para los concejos municipales y distritales, juntas administradoras locales y los alcaldes mayores. Así por ejemplo, los concejos municipales y distritales expedirán las normas con base en las cuales se reglamentarán las actividades turísticas, recreacionales, culturales y deportivas en los espacios de uso público.

Mientras que los alcaldes mayores impulsarán mecanismos que permitan al distrito, en ejercicio de su autonomía, promover el desarrollo local, a través de figuras de integración y asociación.

Los distritos podrán suscribir convenios o contratos-plan, en el marco de las disposiciones legales y reglamentarias vigentes, incrementando la posibilidad de recibir competencias delegadas de la Nación o de los departamentos que permitan fortalecer su gestión administrativa.

El proyecto regula el Distrito Especial de Buenaventura, abre un capítulo especial a los fondos de desarrollo local, crea un centro de cruceros para Cartagena y un Parque Tecnológico para Buenaventura.

Lo que no tuvo el respaldo de los senadores es la conformación de una autoridad portuaria, figura que algunos consideran dejaría en manos de los concejos la injerencia sobre el suelo portuario.

En tanto que el régimen de áreas metropolitanas dicta normas orgánicas para dotar a estos territorios de un régimen político, administrativo y fiscal dentro de la autonomía reconocida por la Constitución.

En las áreas metropolitanas habita, en promedio, el 62% de la población colombiana y se calcula que en 2040 tendrán el 70%.

“Pensar en crear mejores condiciones y alianzas estratégicas entre los municipios crecientes en urbe y desarrollo socioeconómico y cultural es conducir a consolidar áreas comunes para afianzar calidad de vida y oportunidades a futuro de nuestros conciudadanos; nuestra experiencia en Bucaramanga con Floridablanca, Piedecuesta y Girón, nos ha dado excelentes resultados, tanto así que la integralidad en infraestructura y modelos de crecimiento organizado, cruza nuestras mallas viales con una línea invisible de identidad y pertenencia”, expresó el representante por Santander Jorge Gómez Villamizar.

Esa misma naturaleza de organización entre entidades se proyecta implementar en futuras áreas en Villavicencio, Montería, Ibagué y una interdepartamental entre tres municipios de Tolima y tres de Cundinamarca. Además se resolvió el tema de confusión sobre la jurisprudencia y facultades de las CAR, dejando en claro que se respetan los preceptos de la Ley 99 de1993, y se definió que las áreas metropolitanas tendrán injerencia ambiental en lo que a zonas urbanas respecta.