“Muchas personas pueden no comprender en un determinado momento las decisiones que estamos tomando”, aseguró ayer el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, al justificar sus decisiones y anunciar que vendrán más ajustes.
“Pero el problema es la crisis, el paro, la recesión, el desorden de las finanzas públicas. Hay que hacer cambios estructurales y tomar medidas integrales”, explicó.
“Por eso cada viernes continuarán las reformas, el viernes que viene también, y muy importantes, porque es sentar las bases para el crecimiento futuro en nuestro país”, adelantó el jefe del gobierno.
España tiene doce meses para reducir más de tres puntos su déficit, de 8,51% a 5,3% del PIB, y ya anunció el presupuesto más austero de su historia, para recuperar 27.300 millones de euros.
El país, que volvió a caer en recesión, acaba de pulverizar un nuevo récord de desempleo, con 5.640.000 desempleados, es decir un activo sobre cuatro sin empleo.
Es por ello que bajo la consigna “Con la educación y la salud, no se juega”, decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Madrid y en varias ciudades de España contra las nuevas medidas de austeridad del gobierno que afectan a sectores muy sensibles.
“Los recortes en la educación y la sanidad es lo último que podemos aguantar, la clase trabajadora. ¿Sin eso qué nos queda? Si no tenemos ni trabajo”, se indigna Domingo Zamora, de 60 años, empleado del sector público.
La mayoría de los lemas iban acompañados por el dibujo de una tijera, símbolo de los recortes presupuestarios.
Un total de 55 ciudades españolas fueron movilizadas por una “plataforma social en defensa del estado de bienestar y los servicios público”, a los que se sumaron los dos principales sindicatos españoles, CCOO y UGT.
En Madrid, varias decenas de miles de personas desfilaron por las calles, según los periodistas y 40.000 según los sindicatos.
En Andalucía (región del sur) los sindicatos cifraron la afluencia de la manifestación en 30.000 personas, 11.500 según la policía.
En Valencia (este), la manifestación reunió entre 15.000 y 40.000 personas, según diferentes estimaciones sindicales.
En Barcelona, fueron sólo unos 700 manifestantes, según la policía, y 4.000 según los sindicatos./Con AFP