Francois Hollande y Dilma Rousseff recalcaron su convergencia de puntos de vista en la manera de enfrentar la crisis económica y propusieron una nueva gobernanza mundial, en el primer día de la visita de Estado a Francia de la presidenta brasileña.
"Tuvimos ocasión de analizar la crisis, y hemos tomado posiciones. Estamos de acuerdo en que las políticas de austeridad mostraron sus límites, que en vez de reducir la crisis la profundiza y empobrece las clases medias", "base del estado de bienestar", declaró Rousseff en conferencia de prensa dada con Hollande en el palacio del Elíseo.
"Brasil cree en el trabajo común para que las políticas recesivas que ya fueron un fracaso en América latina no sigan causando problemas", dijo.
Hollande precisó que ambos países están de acuerdo en "una seriedad presupuestaria pero sin austeridad", en "una política de crecimiento en los países pero también en niveles internacionales" y "sin regresión social".
El presidente francés recordó la propuesta de nueva gobernanza internacional que ambos mandatarios hicieron poco antes delante de un foro social, incluyendo un "consejo de seguridad económica", una idea que puede "llevar la ONU a federar" los distintos países "en la participación de la gobernanza económica" del mundo.
"El desafío está frente a nosotros, construir una nueva gobernanza mundial", declaró Hollande antes, al abrir en París un foro del progreso social, organizado por la Fundación Jean Jaurès y el Instituto Lula, en presencia del ex presidente brasileño, junto a su homóloga Dilma Rousseff.
La superación de la crisis "pasa necesariamente por la construcción de un nuevo mundo", afirmó por su parte Rousseff.
"Ha habido muchas palabras y pocos compromisos para regular las finanzas, hay que aplicar las mismas reglas de prudencia a todas las economías del mundo", estimó Hollande.
"El papel de los progresistas del mundo no es huir de la realidad, sino transformarla, construir paso a paso, país por país, continente por continente una alternativa al liberalismo".
La "crisis tiene un nombre, es el 'dejar hacer'". Para solucionarla, según Hollande, "no hay que mirar hacia atrás, no tenemos más alternativa que inventar el mundo en que vivimos".
Los dos mandatarios hicieron hincapié en la necesidad de políticas de crecimiento para enfrentarse a la crisis.
A nivel europeo y mundial, se necesita "esfuerzo y solidaridad", dijo Hollande.
Tras explicar que la primera prioridad es el empleo, el presidente francés propuso que "en la escena internacional, en el G20, en el G8 y en las otras instancias internacionales no se tomen ni se debatan medidas sin evaluar su impacto sobre el empleo".
"Necesitamos una gobernanza económica mundial renovada", fundada "en la cooperación", aseguró.
Dilma Rousseff resaltó por su parte los esfuerzos de su país para subir el nivel de vida de la población y reducir la pobreza, y recalcó el éxito de la política que combina las medidas fiscales y económicas con la protección social.
"Si sacrificamos las conquistas sociales, perderemos la batalla del desarrollo", dijo.
Criticando las opciones proteccionistas, la presidenta brasileña abogó por una "ampliación del multilateralismo" y por "un mayor control de los flujos financieros".
Los dos presidentes señalaron asimismo convergencias en materia de política internacional, en particular en Oriente Medio, y en la lucha contra el calentamiento climático.
En el marco de la visita de Dilma Rousseff, Francia y Brasil firmaron varios acuerdos en materia de cooperación técnica, educativa y de intercambio de estudiantes./AFP