El británico Mark Cavendish (Omega Pharma) se impuso por cuarta vez en la línea de meta de este Giro de Italia, este viernes en una llegada al esprín, donde ya no estuvo su compatriota Bradley Wiggins (Sky), que abandonó por la mañana.
Tras la 13ª etapa de este viernes, con final en Cherasco (noroeste), el italiano Vincenzo Nibali (Astana) mantuvo la 'maglia rosa' de líder de la general, en la víspera de que el pelotón pase a los exámenes de la alta montaña.
Wiggins había renunciado a continuar por sus problemas de salud, en un día donde también abandonó antes de la etapa el defensor del título, el canadiense Ryder Hesjedal, también por enfermedad.
Cavendish, que ya había sido el más rápido en la llegada al esprín del jueves en Treviso, lideró el podio del día, por delante del italiano Giacomo Nizzolo y del esloveno Luka Mezgec, segundo y tercero respectivamente.
El australiano Brett Lancaster acabó cuarto, por delante del italiano Elia Viviani.
Los principales candidatos a la victoria final entraron con el pelotón, con el mismo tiempo que el ganador del día, por lo que las diferencias arriba permanecen sin cambios.
Nibali continúa con una ventaja de 41 segundos sobre el segundo, el australiano Cadel Evans, y con 2:04 de margen sobre el tercero, el colombiano Rigoberto Urán, la gran baza del Sky tras el adiós de Wiggins.
En esta etapa, la más larga de la prueba (254 kilómetros), una escapada de siete hombres (Boem, Bak, Lastras, Ermeti, Ludvigsson, Andrioto, Hondo) marcó la carrera ya desde el kilómetro 21. El pequeño grupo llevó su ventaja provisional hasta casi 14 minutos en el kilómetro 70, antes de que los compañeros de equipo de Mark Cavendish y de Matt Gross la redujeran a menos de dos minutos a 60 kilómetros para el final.
El español Pablo Lastras, que se resistió junto al danés Lars Bak y el italiano Nicola Boem, fue alcanzado a falta de 15 kilómetros por un grupo que había partido al contraataque.
En el final, el italiano Giampaolo Caruso llegó a destacarse a 6,5 kilómetros para el final, pero fue alcanzado a falta de 1.500 metros, víctima de la interminable recta final (4 km) que lleva a Cherasco.
Cavendish, que el martes cumplirá 28 años, fue finalmente el más rápido, haciendo valer una vez más su potencia y velocidad en los últimos metros. Es su 14ª victoria de etapa en cinco participaciones en el Giro, desde 2008.
En su palmarés cuenta también con 23 etapas ganadas en el Tour de Francia y con tres en la Vuelta a España.
El sábado, el Giro llega a la alta montaña con la 14ª etapa, de 168 kilómetros entre Cervere y Bardonecchia. La meta estará situada en Jafferau, al final de una subida con fuerte desnivel de 7,3 kilómetros (al 9%), donde el mítico campeón belga Eddy Merckx se impuso en la anterior llegada allí, en 1972.
Wiggins abandona
El británico Bradley Wiggins abandonó el viernes el Giro de Italia de ciclismo a causa de una infección pulmonar, tras las primeras doce etapas, en las cuales el exganador del Tour de Francia mostró un rendimiento decepcionante.
También tiró la toalla, por problemas de salud, el vencedor del Giro-2012, el canadiense Ryder Hesjedal, antes del inicio de la 13ª etapa de 254 kilómetros, la más larga, entre Busseto (norte) y Cherasco.
Wiggins se retiró por recomendación médica, precisó su equipo Sky, que evocó "una agravación de su infección pulmonar" después de haber pedaleado bajo la lluvia en la última etapa hasta Treviso.
"Su infección pulmonar empeoró y la salud de nuestros ciclistas siempre es nuestra preocupación principal", declaró Dave Brailsford, mánager de la formación británica.
"Bradley quería seguir pero simplemente no puede por motivos médicos", agregó.
Antes de tomar este viernes un avión rumbo a Inglaterra, Wiggins dijo a la prensa que su objetivo ahora es recuperarse y estar "en plena forma" para el Tour de Francia.
"Es realmente decepcionante abandonar porque había venido para algo más, pero uno no puede controlar todo", declaró Wiggins a la cadena de televisión Sky.
"Esta mañana, el médico dijo que hasta aquí. No he dormido mucho esta noche, estaba muy mal ayer y teníamos ante nosotros una larga etapa", añadió.
Wiggins subrayó que era "difícil" tener que correr el Giro sin aspiraciones, ya que todo el mundo esperaba más de él. "Muchos corredores están enfermos en este momento en el pelotón, pero el campeón del Tour no puede esconderse", aseveró.
Ya el jueves, Brailsford había ascendido al colombiano Rigoberto Urán al papel de jefe de fila de la formación.
"No me siento bien en estos momentos", había admitido Wiggins el jueves por la mañana, aunque expresando su esperanza de "estar mejor+ en unos días".
Pero las malas condiciones meteorológicas lo afectaron, y le hicieron perder más de tres minutos en una etapa corta y llana, con lo cual cayó de la 4ª a la 13ª posición, a más de 5 minutos del italiano Vincenzo Nibali, que lidera la competición.
El londinense, de 33 años, tuvo una serie de decepciones desde su extraordinaria temporada 2012, año en el que encadenó las victorias: París-Niza, Tour de Romandía, contrarreloj del Dauphiné, Tour de Francia y contrarreloj de Londres.
Ahora tiene previsto regresar al Reino Unido, para restablecerse y descansar.
El Giro pareció para Wiggins una carrera de obstáculos. En las malas carreteras de Calabria perdió 17 segundos y luego la distancia con la "maglia rosa" se fue ampliando. En la 7ª etapa (hasta pescara) sufrió una caída.
Esperaba recuperar algo de terreno en la 8ª etapa, el contrarreloj de Saltara, pero no lo consiguió, pues quedó segundo, a 10 segundos del británico Alex Dowsett (Movistar) y sin acercarse más que unos pocos segundos a Nibali (Astana), que desde entonces viste la casaca de líder.
Y el ciclista, a quien los británicos llaman Sir Bradley Wiggins desde que el año pasado fue ennoblecido, se vio contrariado al enterarse que este año Sky solo tendrá un solo líder en el Tour de Francia (del 29 de junio al 21 de julio) y que será... su Chris Froome.
También abandonó la carrera el canadiense Hesjedal, por problemas de salud.
"No sabemos cuál es el problema. Podría ser un virus, o una alergia. Pero mi estado de salud no hace más que empeorar. Es tiempo de volver a casa", reconoció.