General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Julio de 2015

El ministro Luis Carlos Villegas

 

Difícil decisión para el presidente Juan Manuel Santos la elección del nuevo ministro de la Defensa. Relevar a  Juan Carlos Pinzón no es tarea fácil y sobra explicar el porqué de esta afirmación, especialmente en un país como el nuestro, comprometido en una negociación para la paz tan dura y controversial, pero  soy de los  convencidos de que con la designación de Luis Carlos Villegas, el Presidente acertó, y para corroborarlo, miremos algunas semblanzas del nuevo ministro que nos pueden dar seguridad y confianza sobre su desempeño en tan delicado cargo.

 

Lo primero que esperan los miembros de la fuerza púbica en actividad, y en uso de buen retiro, es contar con un ministro  que  represente sus intereses ante el alto Gobierno y su gabinete, para lo cual urge que el funcionario conozca y entienda el sentir de los hombres en armas, distinguiendo    los disímiles problemas que puedan agobiar el medio en que se desenvuelve la cartera, y el Dr. Villegas por fuerza del destino, ha debido actuar en escenarios muy cercanos a las Fuerzas Militares y de policía, en oportunidades buscando el respaldo y servicio institucional por problemas personales, otras, apalancándose en  las fuerzas para cumplir misiones puestas bajo su gestión y control por gobiernos anteriores; espacios que le permitieron conocer y fraternizar tanto con los mandos como con  los hombres de base, recogiendo de esa experiencia el entendimiento de la misión y doctrina de  las fuerzas, situación que juega a favor de las partes. Su  paso por la mesa de negociaciones en La Habana le brinda una noción más clara sobre el proceso, ambientando en el interior de la fuerza pública, un mensaje despejado en lo atinente al futuro y responsabilidades castrenses ante la firma de un convenio de paz, acompañado del incierto posconflicto.

Ahora, independiente de sus testimonios simpatizantes por la paz, el nuevo ministro tiene claro cuál es su responsabilidad y el papel que juega frente al accionar delictivo, especialmente de las Farc y los elenos, poniendo de presente que las tropas deben cumplir con prioridad exclusiva, el mandato constitucional de defender la soberanía nacional y el orden público interno. A lo anterior podemos agregar que su presidencia en la ANDI lo relacionó con diferentes capas sociopolíticas de Colombia, actividad que le abre puertas en diferentes direcciones, permitiéndole tomarle el pulso comercial, industrial y económico del país, para hoy, desde su nuevo cargo aportar al Gobierno y las fuerzas un conocimiento global de las problemáticas nacionales. Por el bien de  la patria, y los hombres de la fuerza pública, que tenga  éxitos, doctor Villegas.

 

Al doctor Juan Carlos Pinzón, gracias por su labor, por su identidad con la fuerza pública, gracias por su franqueza y diáfanas posturas, éxitos en su nuevo reto.