El general derechista Otto Pérez, quien prometió “mano dura” contra el crimen organizado que azota Guatemala, fue proclamado presidente al superar en segunda vuelta por 10 puntos, escrutadas el 90% de las mesas, al empresario derechista Manuel Baldizón.
“Declaramos como ganador al Partido Patriota”, dijo por radio y televisión la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Villagrán, luego de anunciar que Pérez superaba por más de 10 puntos al empresario Manuel Baldizón.
“A todos los guatemaltecos les digo que no los voy a defraudar. Voy a hacer mi mejor esfuerzo. La seguridad y la justicia va a ser la prioridad número uno de mi gobierno”, dijo Pérez al llegar al centro de cómputos esta noche, donde fue recibido por miles de seguidores.
La “confianza que han depositado en mi persona les va a valer muchísimo y me da mucho ánimo para trabajar los próximos cuatro años y decirles que no los voy a defraudar y voy a trabajar incansablemente y voy a tener presente el sacrificio que hicieron para hacerme presidente”, dijo Pérez.
Aunque la deuda social de Guatemala es gigantesca -50% de población en la pobreza, 15% de desnutridos, entre ellos 1,3 millones de niños menores de cinco años- la campaña estuvo hegemonizada por el tema de la inseguridad, en un país con 48 homicidios cada 100.000 habitantes, seis veces más que la media mundial.
Pérez, militar retirado de hablar cortante, un hábito adquirido en 34 años de vida cuartelera coincidentes con una guerra civil que dejó 200.000 muertos, llega a la jefatura de Estado gracias a un mensaje primario ("mano dura") y una millonaria campaña publicitaria.
Su rival en este balotaje, Baldizón, sedujo votantes con sus promesas de aplicar la pena de muerte, acompañadas de un rosario de medidas populistas que ni la izquierda se animó a soñar, como el pago de un decimoquinto salario anual a los trabajadores o clasificar a la selección a un mundial de fútbol.
La victoria de Pérez marcó el retorno de un militar al poder después de 25 años de gobiernos civiles. Al mismo tiempo ungió la primera mujer vicepresidente de la historia guatemalteca, Roxana Baldetti, de 49 años.
Pero el vencedor heredará un Estado camino a la bancarrota, en parte por su propia responsabilidad ya que su Partido Patriota bloqueó año tras año en el Congreso los intentos de una reforma fiscal propulsados por el presidente socialdemócrata Alvaro Colom.
Guatemala, donde la recaudación llega apenas al 10% del PIB y la evasión por parte de empresas y sectores no asalariados es gigantesca, cerrará 2011 con un déficit fiscal de 3%.
Ante ello Colom aconsejó a quien se convierta en su sucesor trabajar para aprobar una reforma fiscal, si es que tiene la intención de cumplir con las promesas de mayor seguridad ciudadana y menos pobreza.
Pérez además deberá tejer múltiples alianzas legislativas, ya que en el Congreso unicameral apenas dispone de 54 de los 158 escaños.