El ganado que deambula en la ronda del río Bogotá, literalmente se está devorando la inversión hecha para recuperar el afluente capitalino.
De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), son aproximadamente 1.500 vacas las que se encuentran pastando sobre la ronda del río Bogotá y aunque la preocupación principal de la entidad ambiental es un tema de sanidad, la situación afecta también la inversión que la entidad ha realizado para la recuperación de este importante afluente de la ciudad.
Según el consorcio Etsa- Ayesa Geocing, empresa interventora del megaproyecto del río, se estima un valor total de pérdidas por pastoreo de ganado en estas zonas por más de 384 millones de pesos.
El 14 de octubre, en una inspección judicial con la magistrada del Tribunal de Cundinamarca, Nelly Yolanda Villamizar, se evidenció que hay reces que están tomando agua y arrasando con la plantación que ha venido adelantando la CAR en la ronda del Río.
Para combatir esta problemática, la magistrada afirmó que en los próximos días se tomaría una medida cautelar que incluirá, si es pertinente, el decomiso de esos animales.
“Las vacas pastando sobre los jarillones provocan inestabilidad en el terreno y dañan las obras que hemos adelantado, lo que se podría generar riesgo de inundaciones por la fractura de las estructuras, convirtiéndose en un peligro para las comunidades aledañas al río Bogotá, sin olvidar el posible problema de salud pública por consumir agua contaminada del afluente”, explicó Néstor Guillermo Franco, director general de la CAR.
De la cifra anterior, unos 275 millones de pesos corresponden a la plantación realizada en el parque lineal, espacio para que los ciudadanos realicen actividades de recreación pasiva, entre el municipio de Soacha hasta la calle 80 en Bogotá. Es decir unos 50 kilómetros afectados por semovientes.
La CAR, por su parte, sancionará a aquellos propietarios infractores que llevan su ganado a la ronda del río Bogotá, pues la entidad está realizando importantes esfuerzos en materia de inversión para la recuperación de la calidad del agua, del aire y del suelo; este último, especialmente, tiene la finalidad de cumplir una visión paisajística que quiere la entidad hacer realidad para el disfrute de todos los bogotanos.
Las afectaciones realizadas a las especies sembradas por la CAR se tendrán en cuenta en los diferentes sancionatorios que inicie o estén en etapas próximas, con fines a una decisión final por parte de la entidad.