G7: austeridad europea y yen, centro de debate | El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Mayo de 2013

Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G7 iniciaron el viernes dos días de reuniones sobre la manera de fortalecer la recuperación económica con un intenso debate entre Estados Unidos y Europa sobre la austeridad como telón de fondo.

 

El tema monetario debe estar igualmente en el corazón de esta reunión, que terminará el sábado por la tarde, en un momento en que el dólar tocó un máximo desde octubre de 2008 frente a un yen debilitado por la política monetaria ofensiva del Banco de Japón.

 

Llegados en torno al mediodía, los ministros y gobernadores de los bancos centrales del G7, el grupo de las grandes potencias industrializadas formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido iniciaron su reunión hacia las 14H00 GMT en Aylesbury, a unos 60 km al norte de Londres.

La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, también estaban presentes.

"Nuestra tarea es apoyar la recuperación (...) Nuestra reunión se lleva a cabo en un momento de mayor estabilidad económica, gracias a las medidas tomadas (...) Pero no podemos dar por hecho la recuperación mundial", declaró el ministro británico de Finanzas, George Osborne, al inaugurar formalmente la reunión.

 

La recuperación, frenada principalmente por la crisis en la zona euro, se estanca y el FMI revisó a la baja a mediados de abril su previsión de crecimiento mundial hasta el 3,3% para 2013, comparado con 3,5% previsto en enero.

"Estamos todos de acuerdo sobre la importancia de la consolidación (presupuestaria) a medio plazo", agregó el canciller del Exchequer, artífice del impopular plan de ajuste británico.

Las opiniones difieren sin embargo acerca del ritmo adecuado de reducción de los déficits, y Estados Unidos acusa a los europeos de lastrar el crecimiento mundial con sus planes de austeridad.

El gobierno de Eslovenia adoptó a su vez el jueves un plan de saneamiento de sus finanzas públicas para evitar tener que recurrir a la ayudad financiera internacional, mientras Portugal anunció la semana pasada nuevos recortes para para cumplir los compromisos del rescate financiero del país.

 

El secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, aprovechará la ocasión para instar a sus homólogos europeos a cambiar de rumbo en este G7 que se celebra después de dos reuniones del G20 de Finanzas en abril y en febrero. El encuentro precede también una cumbre del G8 (G7 más Rusia) a mediados de junio en Irlanda del Norte.

"Creemos firmemente que hay que encontrar un equilibrio correcto entre austeridad y crecimiento", declaró el viernes Lew en CNBC.

Acogiendo con satisfacción la decisión de Bruselas de dar dos años más a España y Francia para cumplir sus objetivos de reducción de déficit, el secretario del Tesoro norteamericano dijo que espera "seguir haciendo progresos" durante esta reunión.

"No habrá ningún tema tabú", aseguró a su llegada Lagarde, cuya institución instó recientemente al gobierno británico a aflojar un poco la austeridad ante la falta de crecimiento.

 

"No se trata de más o menos austeridad. Creo que hemos adoptado un camino y es importante cumplir nuestras promesas", señaló sin embargo el gobernador del banco central alemán, Jens Weidmann.

El tema sensible de las divisas se coló en el debate del G7, después de que el dólar superara por primera vez el umbral simbólico de los 100 dólares por primera vez en cuatro años. A las 16H45 GMT, valía 101,57 yenes, tras haber tocado un máximo a 101,98.

"No vamos a hablar de guerra de divisas", tranquilizó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

Antes de embarcarse rumbo al Reino Unido, el ministro japonés de Finanzas, Taro Aso, afirmó una vez más que el gobierno de Tokio "no está manipulando el mercado de divisas, sino más bien tratando de salir de la deflación".

 

El G7 abordarán también la lucha contra la evasión fiscal, prioridad de la presidencia pro tempore británica del G8, que vuelve a estar de rabiosa actualidad desde las las recientes revelaciones del "Offshore leaks".