El fútbol se ha caracterizado por su espíritu conservador, por mantenerse apegado a lo tradicional y, aunque hace unos años empezó a abrir las puertas al uso de la tecnología, todavía no la admite para dirimir jugadas polémicas que podrían cambiar el rumbo de un partido.
El video, como como tal, fue autorizado en marzo pasado de manera experimental en algunos países, mientras que el Ojo de Halcón, que permite determinar si el balón traspasó completamente la línea de gol, es utilizado en torneos como la actual Copa América Centenario y la Eurocopa de Francia.
Otros deportes, en cambio, sí acuden a la tecnología para aclarar acciones dudosas y evitar injusticias como la ocurrida en el partido Brasil-Perú, en el que un gol convertido con la mano sacó el torneo a los dirigidos por Dunga. Claro si el video estuviera permitido, seguramente la pena máxima que no sancionó el árbitro y que favorecía a los Incas, también hubiera podido ser revisada y el juez central corregir.
Uno de los más usados en los Estados Unidos es la repetición instantánea, que permite a los réferis validar a ciencia cierta una jugada dudosa. En el baloncesto usan este sistema para comprobar que los jugadores hagan el lanzamiento dentro del tiempo permitido.
En el cricket hay actualmente un tercer umpire sentado delante de una TV para usar la repetición instantánea, cuando hay una situación incierta, este se asegura de notificarle al umpire central lo que realmente sucedió.
En el rugby, la NRL fue una de las primeras en usar el video para apoyar al réferi ante un intento cuestionable.
Así mismo, el cricket fue el primero se implementó la tecnología para el televidente y luego muchas de las cosas que estaban disponibles solo para TV fueron llevadas al campo de juego para asistir a los a los réferis.
Una de las tecnologías más usadas es Hawk Eye, aunque también Hot spot (sistema de imágenes de infrarrojos para determinar si la pelota golpeó al bate, a la almohadilla o al bateador) y Snicko (similar al sistema anterior pero funciona con el sonido).
A manera de prueba
El pasado mes de marzo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anunció que la asistencia al arbitraje mediante video en el fútbol se empleará a manera de prueba y bajo ciertas condiciones durante dos años a partir del inicio de la temporada 2017-2018 como tarde.
Esta decisión adoptada en Cardiff por la International Board, es la segunda etapa de la apertura del fútbol a la entrada de tecnología tras la introducción de la tecnología de la línea de gol, autorizada en 2012 y utilizada con éxito, por ejemplo, durante el Mundial de Brasil-2014, en la actual Copa América de Estados Unidos y en la Eurocopa de Francia.
Las pruebas se empezaron a hacer primero “offline”, es decir sin comunicación entre el árbitro central y el asistente de video y después se harán “online” a partir de la temporada 2017-2018, para tener tiempo de afinar los procedimientos.
Las cuatro jugadas evaluadas serán: goles marcados, tarjetas rojas, penales y errores sobre quién comete una falta. Los fueras de juego, por ejemplo, no entrarán dentro de las competencias.
Hasta ahora, la experiencia con la tecnología de la línea de gol ha sido positiva porque su aplicación es casi instantánea y no entorpece el normal desarrollo de un partido. El desafío es ahora que los siguientes avances no afecten a la fluidez, como subrayó recientemente Infantino.
Los nuevos test de asistencia del video al arbitraje tienen que definir su marco de aplicación.
“Se probaran distintos protocolos”, avanzó Jonathan Ford, representante de la Federación galesa (FAW). “Queremos dar tiempo, debemos estar seguros de que todo va bien antes de aplicarlo”, destacó.
A la vanguardia está la Federación Holandesa de Fútbol (KNVB) que ya adelanta un programa de formación, desde septiembre, para los colegiados en el uso del vídeo-arbitraje, con el objetivo de implantar esta tecnología en un plazo de dos años.
La idea de la Federación Holandesa es que los árbitros se puedan apoyar en las imágenes de televisión a la hora de tomar decisiones trascendentales en un partido, como un penal o una tarjeta roja.
“Entrenando a los árbitros con el video, les permitirá estar preparados cuando la FIFA de la luz verde” a esta tecnología.
“Vamos a ver cómo la tecnología puede ayudar de verdad al fútbol”, insistió Infantino, quien dijo estar convencido de llevar adelante la experiencia “porque todavía se ven situaciones donde 35 cámaras no son suficientes para saber si la falta fue o no penalti”.
“Pero hay otras situaciones en que sí son claras y pueden cambiar un partido. En ese caso quizás la tecnología pueda ayudar al arbitraje”, argumentó el dirigente recientemente.
¿Fin de la polémica?
El uso de la tecnología, es claro, se necesita en el fútbol con el fin de reducir las injusticias, generalmente cometidas por errores humanos.
Sin embargo, hay jugadas que por más que se repitan con cámaras desde diferentes ángulos, no se logra aclararlas, siempre queda un margen de duda.
Aun así, no se puede seguir renunciando a los avances tecnológicos para ayudar a perfeccionar el fútbol y otros deportes que tímidamente la emplean.
Desde luego que se deberán resolver algunas dudas para que las medidas adoptadas no generen más polémica que una jugada en sí.
Una de las preguntas que surge es, ¿se interrumpirá el desarrollo normal del juego?, otra es determinar para qué jugadas podrá acudir el árbitro al video, de cuánto tiempo dispone el auxiliar para indicar al silbato si la jugada fue lícita o no…
Otra de las dudas es qué tanta aceptación tendrá entre los protagonistas el uso del video, puesto que ya algunos se han pronunciado en contra y hasta dicho que el “fútbol es para los vivos”.
Pero así se preste a nuevas controversias, lo claro es que el fútbol no se puede quedar rezagado y que es hora de que empiece a emplear la tecnología para resolver jugadas dudosas y que alteran resultados.