Frustrada autonomía regional del caribe | El Nuevo Siglo
Lunes, 20 de Mayo de 2013

El paso del tiempo terminó por desinflar la iniciativa de autonomía regional de la costa Norte, la cual contó con el respaldo de ocho gobernadores de la región del anterior periodo y que tuvo su momento ‘cumbre’ con el Voto Caribe, que logró más de 2 millones de sufragios en el año 2010.

Se dejó de hablar del tema en la región y los actuales gobernadores no se interesaron más, como sí lo hicieron sus antecesores elegidos para el periodo 2007-2011, bajo la batuta del entonces mandatario del Atlántico, Eduardo Verano de La Rosa.

Tampoco las demás fuerzas vivas de los departamentos costeños volvieron a hablar del asunto, preocupadas más por cómo resarcir la región por los estragos que dejaron las lluvias en los años 2010 y 2011.

Una situación distinta no se vivió en el Congreso con la otrora fuerte bancada costeña, que se hizo sentir en bloque por última vez en la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, de eso hace dos años, y en la discusión del Presupuesto General de la Nación.

El 14 de marzo de 2010, coincidiendo con las elecciones de Congreso, cerca de 2 millones de habitantes del Caribe depositaron una papeleta mostrando su apoyo para que la región se convirtiera en entidad territorial, como lo establece el artículo 307 de la Carta.

Sin embargo, este querer popular dependía de que una ley orgánica de ordenamiento territorial desarrollara esta disposición, lo cual no sucedió en 2011, cuando el Congreso después de 20 años de varios intentos fallidos de proyectos de ley orgánica, solo se ocupó de materializar el artículo 306 de la Constitución, el cual establece que dos o más departamentos podrán constituirse en regiones administrativas y de planificación, con personería jurídica, autonomía y patrimonio propio. Su objeto principal será el desarrollo económico y social del respectivo territorio.

Incluso, en 2011 los 8 gobernadores de la costa Atlántica le pidieron al presidente Santos que devolviera al Congreso sin sancionar la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, “con el fin de que le sean enmendadas sus limitaciones, en primer lugar las más severas, como son la incompleta creación de las Regiones Administrativas y de Planificación y la ausencia total de regulación de las Regiones como Entidad Territorial”, rezaba una misiva que le enviaron al Jefe de Estado.

Centralismo

El senador atlanticense José David Name (Partido Social de Unidad Nacional –La U) dijo al respecto que “más nunca se ha escuchado hablar del tema, lo dejaron morir y yo creo que ha sido una lástima porque tuvo una votación importante en el 2010”.

Name señaló que esta iniciativa fue un saludo a la bandera porque en la práctica “ningún presidente va a permitir autonomía económica de ninguna región”.

El Parlamentario dijo que incluso tampoco ha arrancado en la región una zona administrativa y de planificación que puso en vigor la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, “la verdad que eso no ha tenido mayor trascendencia”.

En tanto que Eduardo Verano, quien es el primer costeño en lanzarse como candidato presidencial para 2014 por el movimiento político Colombia, País de Regiones, coincidió que perdió impulso la ilusión de la costa por ser una región autónoma. “Por eso es que vamos a insistir con una estrategia política de hacer un lanzamiento a la presidencia de la República como la manera más visible de poner el tema regional como el más importante en un proyecto político de país”.

En ese sentido dijo que la estructura del Estado debe ser el tema de fondo que mueva la siguiente campaña política, “porque incluso la paz pasa por la manera como se organiza el Estado.

Por su parte, el representante a la Cámara por La Guajira, Alfredo Deluque (Partido de La U), dijo que “lo que se aprobó en la Ley de Ordenamiento Territorial no era lo que querían los promotores de la idea porque no les daba la autonomía y la independencia que querían tener con crear la región Caribe”.

El Parlamentario dijo que la región Caribe sigue siendo un apéndice  de la Nación y “a muchas regiones pequeñas les da miedo cambiar el centralismo cachaco por el centralismo barranquillero”.