El papa Francisco quiere que los obispos de todo el mundo debatan "en total libertad" sobre el nuevo modelo de familia, un gesto "nuevo" y "global" para que la iglesia "camine con la historia", según explicó este viernes el cardenal Lorenzo Baldisseri.
El purpurado italiano, entre los más cercanos al pontífice argentino, ilustró ante la prensa los objetivos de la primera asamblea extraordinaria de obispos que se celebra bajo el pontificado de Francisco.
"El papa quiere que la iglesia se abra", aseguró el cardenal al explicar el método de trabajo adoptado para hacer "más ágil" la asamblea, que se celebrará del 5 al 19 de octubre.
Faltando dos días a la apertura del sínodo, marcada por las tensiones entre conservadores y progresistas, enfrentados por la propuesta de conceder la comunión a los divorciados que se vuelven a casar, el cardenal recordó que al término de las labores no se tomarán decisiones.
Después del sínodo extraordinario, el papa ha programado para 2015 un sínodo ordinario, durante el cual la Iglesia católica podría adoptar medidas específicas, fruto de la mediación entre sectores.
El aumento de los divorcios, de las familias monoparentales, de la convivencia extramatrimonial y de las uniones entre personas del mismo sexo está cambiando el modelo de familia, y por ello el papa argentino quiso convocar el sínodo.
"La iglesia no es estática, camina con la historia. No es ideología, es historia. Hay que ver a la familia en el contexto actual que es muy diferente del de hace 33 años", aseguró Baldisseri.
Las intervenciones de los ponentes, de sólo cuatro minutos, se desarrollarán por temas durante toda la primera semana y se llevarán a puerta cerrada para garantizar la "libertad" de debate, precisó el cardenal.
Una decisión criticada por algunos sectores de la prensa, que quiere conocer la posición de los presentes.
Durante la segunda semana serán organizadas ruedas de prensa y encuentros con los diferentes ponentes, lo que constituye una novedad.
El número de personas participantes será de 253 y el papa Francisco asistirá a todas las sesiones, precisó Baldisseri.
Otra novedad, fiel a los tiempos modernos, será el uso de la red social Twitter para informar sobre los debates.