El papa Francisco bromeó acerca del carácter severo de Madre Teresa de Calcuta, durante su estadía el domingo en Albania, país de donde era oriunda, al confesar que "me habría dado miedo si hubiera sido mi superiora", dijo.

La simpática confesión del pontífice latinoamericano fue hecha al sacerdote e intérprete que lo acompañó durante su viaje de un día a Albania, donde rindió homenaje a la beata, venerada como una santa en Albania tras haber dedicado su vida a ayudar a los pobres y enfermos de India.

El papa contó que conoció a Madre Teresa tres años antes de que muriera, durante el sínodo de obispos de 1994 celebrado en el Vaticano y rememoró su temperamento fuerte y decidido.

"Estaba sentada justo detrás de mí durante las labores. Admiré su fuerza, la decisión de sus intervenciones, sin dejarse impresionar por la asamblea de los obispos. Decía lo que quería decir", aseguró el papa, según reveló el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.

Conocida internacionalmente por su labor humanitaria y como defensora de los pobres e indefensos, Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), quien obtuvo el Nobel de la Paz en 1979 y fue beatificada en 2003, era emblema del diálogo y la tolerancia pese a su personalidad, en ocasiones intratable.