Brasil formalizó el miércoles con Rusia su intención de abrir negociaciones ya en marzo para la compra de baterías antiaéreas rusas, coincidiendo con una visita del primer ministro Dimitri Medvedev.

El documento, una declaración de intenciones suscrita en Brasilia en presencia de Medvedev y del vicepresidente brasileño Michel Temer, anuncia negociaciones a partir de marzo, informó la Cancillería a la AFP.

La declaración establece textualmente que esas negociaciones se realizan con el objetivo de preparar "un contrato para futuras obtenciones, por parte del gobierno de Brasil, de baterías antiaéreas".

También deja claro que se trata de un contrato que implicará transferencia "irrestricta" de tecnología a Brasil, país que pretende "el desarrollo conjunto de productos de defensa y la participación de empresas estratégicas de defensa brasileñas en los procesos productivos", según el texto.

Brasil tiene interés en la adquisición de tres baterías de misiles Pantsir-S1 nivel medio y dos baterías de misiles Igla, informó a la AFP el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general José Carlos de Nardi.

De Nardi, que en enero viajó a Rusia para esa negociación acompañado de representantes de empresas brasileñas y del gobierno, explicó que la negociación podría estar resuelta en tres meses y que con ello Brasil podría obtener los sistemas de defensa para las Olmpíadas de 2016.

El general rehusó mencionar precios, porque mucho dependerá de lo que sea negociado, aunque indicó que Brasil pretende que el camión y los radares de largo alcance para las baterías sean fabricados por empresas brasileñas. "No compraremos todo el material ruso", dijo.

El tema fue tratado por la presidenta Dilma Rousseff en su visita a Moscú en diciembre.

Brasil pretende desarrollar su industria nacional de defensa y en los últimos años reanudó las adquisiciones, condicionadas a la transferencia de tecnología.

El gobierno ha comprado helicóperos y submarinos a Francia y está pendiente una compra de aviones caza por la que compiten también Francia, Estados Unidos y Suecia.

En diciembre, fueron comprados 12 helicópteros a Rusia.

Medvedev inició su visita con un encuentro con Rousseff en el que fueron abordados temas de defensa y otros como energía, petróleo y hasta el área nuclear, además del G20 y el BRICS, grupo de grandes naciones emergentes del que ambos forman parte, junto a China, India y Sudáfrica, y que vuelve a reunirse en marzo, informó la Presidencia.

El primer ministro ruso viajó a Brasil para participar con el vicepresidente brasileño de la Sexta comisión bilateral de alto nivel, que se reúne una vez por año.

Ambos destacaron un estrechamiento de las relaciones.

Medvedev manifestó que existe la intención de llevar el comercio bilateral a los 10.000 millones de dólares. En 2011 ese intercambio alcanzó 7.272 millones de dólares, aunque en 2012 cayó a 5.931 millones.

Ambos destacaron avances para facilitar la exportación de trigo ruso a Brasil y de carnes brasileñas a Rusia.

"Nuestra comunicación se tornó totalmente diferente, nos estamos encontrando con bastante frecuencia" y eso "confirma que nuestra correlación es estratégica", dijo Medvedev.