FMI pide a la zona euro continuar reformas | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Abril de 2012

El Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró el sábado su reunión semestral con una nueva petición a la zona euro a que realice "reformas estructurales ambiciosas" para lograr más crecimiento, y tras haber concluido en principio una ampliación de capital de 430.000 millones de dólares.

Los ojos estarán centrados el lunes en la reacción de los mercados a esta compleja operación entre países ricos y emergentes (G20), de la cual aún quedan detalles pendientes.

"En la zona euro, la búsqueda de avances hacia la viabilidad de la deuda, la estabilidad financiera y reformas estructurales ambiciosas, serán cruciales para mejorar la confianza y la productividad, (para) facilitar la vuelta al equilibrio en el seno de la unión monetaria y promover un crecimiento fuerte y equilibrado", señaló un comunicado del Comité Monetario y Financiero Internacional del Fondo.

"La economía mundial se recupera progresivamente" pero "hay más por hacer", destacó ese comité, que fija la orientación política del Fondo.

De ser necesario "continuaremos actuando colectivamente para restaurar la confianza, impulsar el crecimiento y crear empleos", aseguraron los países miembros.

La zona euro se felicitó por este nuevo espaldarazo al Fondo, y resaltó que aporta el grueso de los nuevos recursos, 200.000 millones de dólares.

Pero ni Brasil, ni Rusia ni China han anunciado claramente cuál va a ser su contribución exacta, lo que deja presagiar negociaciones futuras.

Los países emergentes se muestran más críticos que nunca con el hecho de que la redistribución de cuotas de poder en el seno del Fondo, pactada en 2010 con el primer gran aumento de capital, no se haya concretado aún.

El gobierno de Barack Obama, que no contribuirá a este nuevo fondo de 430.000 millones de dólares, ni siquiera ha sometido al Congreso la propuesta que rebajaría ligeramente su poder de voto como principal accionista del FMI.

Un alto funcionario estadounidense bajo anonimato insistió el viernes, tras el acuerdo, que no habrá concesiones a cambio de nuevas contribuciones de los países emergentes.

Canadá decidió no contribuir tampoco a la nueva ampliación de capital por considerar que la zona euro es suficientemente rica.

Los responsables del Fondo y los europeos mostraron el lado más optimista.

La zona euro pactó en marzo, también con enormes dificultades internas, un "paraguas" financiero de hasta un billón de dólares, y ahora el Fondo podría duplicar su capacidad de préstamo hasta situarla en cerca de 750.000 millones de dólares.

Todo ello representa una "caja de herramientas suficiente", dijo la directora general del Fondo, Christine Lagarde.

La atención se centra sobre todo en España, cuya prima de riesgo para la deuda soberana sigue subiendo preocupantemente en los mercados.

"La percepción que me llevo es de apoyo de las medidas del gobierno español", dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, en rueda de prensa al término de las discusiones.

España acudió a la reunión semestral del Fondo y a las reuniones del G20 además con un amargo contencioso con Argentina a causa de la expropiación de las acciones de YPF que estaban en poder de la petrolera española Repsol.

"Alentar y proteger la inversión es crucial para la recuperación global", señaló el comunicado final.

"Reafirmamos nuestra responsablidad colectiva para evitar el proteccionismo en todas sus formas", añadió el texto.

En un comunicado emitido el viernes, el G20 condenó también el proteccionismo en parecidos términos.

Pero el ministro argentino de Economía, Hernán Lorenzino, aseguró que ese tipo de expresiones no era diferente de comunicados del pasado.

Lorenzino atacó en su discurso ante el Comité lo que consideró una excesiva atención a Europa.

"Demasiados esfuerzos, recursos humanos y financieros, fueron dedicados (...) particularmente en regiones ricas, durante demasiado tiempo, y desgraciadamente aún queda mucho por hacer", criticó.

El vicepresidente argentino, Amado Boudou, afirmó en Buenos Aires este sábado que no teme represalias por la expropiación de YPF-Repsol.

AFP