El príncipe Felipe de Edimburgo cumple hoy 95 años y ha pasado, según la prensa internacional, más de medio siglo a la sombra de su esposa, la reina Isabel II, con gran lealtad y propensión a las meteduras de pata.
Su cumpleaños coincide con la gran ceremonia en honor del 90º aniversario de la reina que tendrá lugar en la catedral de Saint Paul, una ironía que simboliza el protagonismo secundario de este hijo de la realeza griega, heredero de una línea patriarcal y patricia.
Si su mujer ostenta el récord de longevidad en el trono, él es el príncipe consorte que más años ha ostentado el honor. Lo es desde 2009, cuando superó a Carlota, la esposa de Jorge III.
El cumpleaños se conmemorará con 41 salvas de cañón desde Hyde Park, el viernes a mediodía, y otras 62, una hora más tarde desde la Torre de Londres.
"Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén", dijo en 2011 la reina, poco inclinada a las muestras de cariño en público. Ese año, el duque de Edimburgo cumplió 90 años y soltó: "Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad".
Alto y tieso, ligeramente alejado cuando lo exigía el protocolo, Felipe asumió con mejor o peor disposición su papel secundario en el reinado./ AFP