Felipe Acosta es el dueño y señor de la comida campestre de la capital del país. Su disciplina y conocimiento le sirvió para posicionar el Tambor como uno de los sitios de comida donde la gente le gusta tardear un fin de semana con precios accesibles. Otras de sus líneas de negocios son las paletas.
Con Romeo y Paleta logró conquistar el paladar no solo de los niños sino también de los adultos.
En el caso de Romeo & Paleta, la marca nació con el grupo del Tambor y aprovecharon esa clientela fidelizada para entregarle un producto dulce al final de cada comida. Esta empresa tomó vida hace un año en Bogotá, después de que su propietario estuviera en Italia conociendo cómo se desarrollan y se producen los productos en una auténtica gelateria. Y es que a Romeo&Paleta le ha ido tan bien que ya cuentan con seis puntos en Bogotá y esperan tener 30 antes de que termine 2016, porque cada fin de semana venden entre 15.000 y 20.000 paletas en los restaurantes de La Calera, Multiparque y Cajicá.
La Paletteria vendió el año pasado más de 100 mil paletas en todos los puntos del país aproximadamente y entre 2012 y 2013 lograron unas 160 mil de la mano de los 50 trabajadores con los que hoy día cuentan. Hay quienes se atreven a decir que Colombia está empezando a definir una paletería o neverías que sean representativas o emblemáticas como Roxy en Ciudad de México.
Según cifras entregadas por la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), en el año 2008 se vendieron más de 63 mil millones de helados y paletas, pero en los últimos años la comercialización de este producto ha subido considerablemente.