La oleada de inmigrantes, en especial africanos, se ha tornado en un problema de carácter humanitario por los frecuentes naufragios de embarcaciones precarias que no ofrecen seguridad a quienes se aventuran a desafiar las aguas del Mare nostrum, (nuestro mar) como denominaron los antiguos clásicos latinos al Mediterráneo, para llegar a costas italianas o de otros países europeos. Miles de personas han perecido en el intento.
Son refugiados, que huyen de conflictos en sus países. En Bruselas se insiste en establecer una política de inmigración. La Comisión Europea ha propuesto un plan de 10 puntos para afrontar esta situación, que ha provocado reacciones en el mundo, incluso el Papa se pronunció y pidió evitar más muertes. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, expresó su profunda preocupación y urgió actuar para evitar que la crisis se torne más grave. Dijo que se necesitan políticas migratorias; medidas inmediatas. Se sumó a este pedido el comisario europeo, Dimitris Avramopoulos, al presentar las medidas propuestas a la prensa.