Que los negociadores de las Farc no tienen incidencia alguna en el secuestro del general Alzate y dos personas más en Chocó y que este impasse no tiene por qué suspender el proceso de paz que se realiza en La Habana manifestó Pastor Alape.
Tras hacer una crítica a la administración Santos porque según la guerrilla no ha hecho lo suficiente para desescalar el conflicto, Alape dijo que basado en el acuerdo de La Habana, el proceso deberá seguir ya que allí se estableció que sería ininterrumpido y que lo que pasara en Colombia, durante el diálogo, debía resolverse allí.
"La decisión la toma un gobierno que ha negado tozudamente la posibilidad de que el proceso de paz se realice dentro de una tregua o armisticio para desescalar el conflicto....Esperando que cesen las incoherencias del gobierno que con constancia ha dicho que lo que ocurra en el territorio colombiano no tiene por que afectar a la Mesa, seguiremos en La Habana realizando las conversaciones, estableciendo el acuerdo logrado de que las conversaciones sean directas e ininterrumpidas".
Agregó que "queremos que este impasse sea resuelto lo más pronto posible para seguir avanzando en este proceso"
Finalmente indicó que desconocen cuál de sus frentes cometió el plagio porque no han tenido comunicación con la guerrilla en Colombia y que en dos horas habrá un nuevo pronunciamiento y que lo máximo que pueden hacer los voceros de las Farc en la Mesa de Negociación de La Habana, frente a este "impasse" del secuestro del general Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, y dos personas más, es actuar como facilitador para las liberaciones.
A continuación comunicado oficial de los negociadores de las Farc en La Habana, en Cuba.
La Delegación de Paz de las FARC-EP manifiesta su sorpresa por el anuncio del Presidente Santos de suspender las conversaciones de paz de La Habana.
El proceso de paz, cuyos avances han activado la esperanza de la reconciliación, no puede arriesgarse con determinaciones impulsivas. Para asombro del mundo, esta decisión la toma un gobierno que ha negado, tozudamente, la posibilidad de que el proceso de paz se desenvuelva en medio de una tregua o armisticio que ayude a desescalar el conflicto. La posición de dialogar bajo el fuego, cada día arrastra mayor insensatez.
Esperando que cesen las incoherencias del gobierno, que con constancia reitera que lo que ocurra en el territorio colombiano no tiene por qué afectar la Mesa, seguiremos en La Habana trabajando por la paz y dispuestos a continuar las conversaciones, atendiendo a lo convenido en el Acuerdo General de La Habana, donde se establece que las “conversaciones serán directas e ininterrumpidas”. Queremos que este impase sea resuelto lo más pronto posible para que el proceso siga avanzando sin sobresaltos hacia el acuerdo final.