"Rechazamos enfáticamente la continua campaña mediática en contra de las FARC-EP con el objetivo de demonizarlas, presentándolas  como violadoras sistemáticas de los derechos de las mujeres", así lo anuncia esta delegación a través de un comunicado que leyó el jefe guerrillero, Pablo Catatumbo.

La delegación que negocia en La Habana el fin del conflicto con el Gobierno argumentó: "nada más ajeno a la realidad de una insurgencia que en sus filas cuenta con el valioso aporte de muchas mujeres que conforman el 40% de sus integrantes".

Declaran que en sus filas, la violación “es un delito que se paga con la máxima pena contenida en nuestros reglamentos” y justifican que “los eventuales casos que hayan podido ocurrir (…), en más de 50 años, (…), no representan una práctica y mucho menos una política sistemática de las FARC-EP como lo quieren presentar algunos medios”.

Ante estas denuncias las Farc piden una investigación “seria e independiente que deberá describir todo el universo de las víctimas de violencia sexual en Colombia y descubrir los hechos de modo, tiempo y lugar en que se dieron”. Para lo cual proponen “la conformación de un equipo técnico-investigativo, creado por la Mesa de Conversaciones y parte de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición, que se concentre específicamente en hechos de violencia sexual y de género en el marco del conflicto”.

Además solicitan al Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre  “remitir a la Delegación de las FARC-EP en La Habana, los casos de denuncias legales, cotejadas por pruebas que sugieran la implicación de integrantes de nuestra organización”.