El jefe negociador de las FARC con el gobierno colombiano, Iván Márquez, pidió este jueves a la Unión Europea (UE) que retire a la guerrilla colombiana de la lista de organizaciones terroristas, un "serio obstáculo" para la paz.
"Lo más justo y consecuente con la búsqueda de la paz es borrar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas", dijo Márquez, que intervenía desde La Habana en un debate en comisión del Parlamento Europeo transmitido por su página web.
Esto "quitaría del camino un serio obstáculo para la normalización de la vida política colombiana y garantizaría el proceso de reincorporación a la vida civil de los antiguos combatientes rebeldes", añadió.
La UE incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a su lista de "organizaciones terroristas" en el año 2002, sin que se planteara hasta ahora la posibilidad de retirarlas a pesar del apoyo de Bruselas al proceso de paz y los logros alcanzados hasta ahora.
En el mismo debate organizado por la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo intervino el delegado del gobierno colombiano en el proceso de paz, Sergio Jaramillo, que pidió a las FARC "dejar las armas de manera creíble" y destacó que su gobierno debe "dar todas las garantías de seguridad (...) para la transición".
"Las FARC deben dejar las armas de manera creíble (...) y el gobierno debemos dar todas las garantías de seguridad necesarias para esa transición, facilitar la transición política de las FARC hacia un nuevo partido político y la reincorporación social y económica de sus combatientes", dijo.
Interrogado sobre la posibilidad de que el gobierno colombiano lance un proceso de paz paralelo con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), Jaramillo destacó que Bogotá "mantiene un proceso de carácter confidencial".
Este proceso "está por terminar y esperamos que esa fase concluya para pasar a la fase pública", aseguró.
Las FARC y el gobierno han cerrado parcialmente cuatro de los seis puntos de la negociación: problema agrario (origen del enfrentamiento), cultivo y tráfico de drogas ilegales, reparación de las víctimas y participación política de los guerrilleros una vez que depongan las armas.
Quedan por definir el fin del conflicto -que incluye el desarme de la guerrilla- y la implementación y refrendación de los convenios.
El lunes el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una resolución para supervisar el fin del conflicto en Colombia, por pedido del gobierno de ese país y de la guerrilla de las FARC
El conflicto colombiano, que comenzó como una sublevación campesina hace más de medio siglo, deja unos 220.000 muertos y seis millones de desplazados./AFP