La guerrilla de las Farc negó este domingo en La Habana su participación en la desaparición de 2.760 personas, según la acusación del procurador Alejandro Ordóñez.
"Cuando una Comisión independiente reciba y coteje información veraz, libre de las mentiras, manipulaciones y mala intención (...) sabrá el país y el mundo, que eso que el Procurador propala con infundios, no es más que una mampara de distracciones para proteger a los verdaderos responsables de la guerra que sufre Colombia", dijo la guerrilla en un comunicado.
El texto, firmado por delegación de Paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue leído este domingo a la prensa por el delegado Marcos León Calarcá, a la entrada de las pláticas de paz en La Habana que sostiene con el gobierno de Juan Manuel Santos desde noviembre de 2012.
"Tanto Ordóñez, como otros funcionarios,se han dedicado a desarrollar una estrategia orientada, no a buscar, sino a construir pruebas falsas, que coloquen a las FARC en el banquillo de los acusados, como autoras de crímenes de guerra y de lesa humanidad", añadió.
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que ha involucrado a guerrilleros, paramilitares, agentes del Estado y narcotraficantes y ha dejado más de 220.000 muertos y más de 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.
"No es la primera vez que el señor Ordóñez se despacha contra las FARC-EP y contra el proceso de paz, y seguramente no será la última, pues parece ser que oficiosamente se impuso el papel de convertirse en el Josef Goebbels colombiano, distorsionando y desfigurando hechos, atizando pasiones y prejuicios, multiplicando y vulgarizando falsedades y engaños", indica.
Según la nota Ordóñez cree erróneamente "que admitiremos que el Estado sea juez y parte de la solución del conflicto, al lanzar un alud de acusaciones utilizando el poder de la institucionalidad, de tal forma que ni nosotros ni el movimiento popular en general, podamos contrarrestar".
"La actitud de Ordóñez que, con intereses mezquinos, siembra odios y atiza la guerra, en tanto es combustible para perpetuar el desangre nacional, debemos rechazarla quienes anhelamos la reconciliación y el buen vivir", concluye.