El gobierno y las Farc reanudaron sus negociaciones en La Habana, un día después de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos declarara que los guerrilleros deberán entregar las armas para alcanzar un acuerdo de paz.
"Hoy reasumimos las conversaciones con mayor disposición de avance (...) y confiamos en que la delegación gubernamental vendrá con el mismo ánimo y disposición", dijo el comandante Pablo Catatumbo, de la delegación de las Farc.
La delegación del gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa a su llegada al Palacio de Convenciones de La Habana, sede del diálogo.
No obstante, el martes el presidente Santos reiteró su llamado a "cambiar las balas por los votos", y advirtió que esto "significa la entrega de las armas" por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para alcanzar un acuerdo que ponga fin a un conflicto armado de casi medio siglo.
En esta novena ronda ambas partes intentarán cerrar el primero de los cinco puntos de la agenda, el tema agrario, antes de pasar al segundo punto, la participación política. Los otros temas en discusión son drogas ilícitas, abandono de las armas y las víctimas del conflicto.
"Tenemos plena expectativa y deseo de abordar, muy pronto, el segundo punto", dijo Catatumbo, quien leyó una declaración y no aceptó preguntas de la prensa.
Agregó que para el segundo punto "ya contamos con elaboraciones creativas que serán fortalecidas con las iniciativas que lleguen en las conclusiones que arrojó el foro que sobre el tema se realizó en Bogotá", del 28 al 30 de abril, bajo auspicio de la Universidad Nacional y la oficina de la ONU en Colombia.
El domingo próximo se cumplirán seis meses desde que comenzaron las conversaciones de paz en La Habana, en las que Cuba y Noruega actúan como "garantes", y Chile y Venezuela como "acompañantes".
La presente ronda se extenderá hasta el 25 de mayo.