El Ejército de Colombia confirmó que uno de sus helicópteros adscrito a la Brigada 30 fue atacado en la zona rural del municipio de Teorama, en el Catatumbo, departamento de Norte de Santander.
Los uniformados realizaban labores de desembarco de unidades militares, abastecimiento y apoyo a los operarios de Ecopetrol para intervenir el oleoducto Caño Limón-Coveñas que fue volado la semana pasada por la guerrilla de las Farc y que dejó sin el servicio del agua a los habitantes de la región, confirmó el comandante de la brigada 30 del Ejército, coronel Marcos Pinto.
El general Luis Ernesto Maldonado, subcomandante del Ejército Nacional dijo que "en esta acción terrorista fueron asesinados cuatro militares, dos resultaron heridos y cuatro sufrieron contusiones menores, producto de la detonación".
Los uniformados que murieron en el incidente fueron identificados como el cabo primero Gabriel Ignacio Mejía Bermúdez y los soldados Edison Blanco Zapata, Franklin Gamboa Monsalve y Carlos Darío Ibarra Gutiérrez.
El alto oficial explicó que "el Comando del Ejército condena el empleo indiscriminado de artefactos explosivos por parte de las FARC, considerado una clara violación a los Derechos Humanos e infracción al Derecho Internacional Humanitario.
Una delegación especial llegó al lugar de los hechos para atender a la tripulación que sobrevolaba en un blackhawk y hasta el momento se conoce que al menos tres militares murieron, seis resultaron heridos y otro está desaparecido.
La secretaria de Gobierno del municipio, Eilin Durán explicó que aún no se conoce con certeza si se trata de un atentado por impacto, o si el helicóptero cayó a un campo minado cuando se dirigía al pueblo de El Aserrio.
Los hechos se dan en medio de una serie de hostigamientos de la guerrilla de las Farc que han dejado más de diez uniformados muertos, y varios heridos, así como grandes atentados contra la infraestructura eléctrica nacional que dejaron sin luz a ciudades como Buenaventura, Tumaco y el departamento del Caquetá El primer campanazo contra la vida se registró el pasado miércoles cuando cuatro militares fueron asesinados con ráfagas de fusil y ataques con mortero por parte de guerrilleros en el Caquetá.
Otro de los ataques que acabaron con la vida de dos miembros del Ejército Nacional se dio en medio de combates en el municipio de Puerto Rico, Caquetá, el pasado jueves.
Uno más se registró en la madrugada del sábado en el municipio de Lejanías, Meta, cuando el patrullero de la Policía Nacional, Alexis Pulido Sánchez recibió un disparo a 250 metros de distancia por parte de un francotirador, al parecer del frente 26 de las Farc.
Hasta el momento se espera el parte de las autoridades para que confirmen si los responsables de la tragedia del helicóptero en tierras santandereanas son las Farc.