La guerrilla acusó al Gobierno de hacer una "voltereta", al pasar de condendar las escuchas ilegales del Ejército a tratar de acallar su repercusión, según dijo un delegado de ese grupo en La Habana.
"Nadie entiende la voltereta del gobierno, que de la noche a la mañana cambia su apreciación, como veleta al viento, frente a tan graves hechos", dijo a la prensa el jefe de la delegación de las FARC en las negociaciones de paz, Iván Márquez.
Agregó que "no podemos compartir que las fachadas de inteligencia sean totalmente lícitas, que sus operaciones sean ajustadas a la ley (de inteligencia), y que no tengan nada de irregular", como pretende ahora la administración de Juan Manuel Santos, dijo el representante de las Farc.
La revista colombiana Semana denunció hace cuatro días que miembros del Ejército habrían instalado en 2012 una oficina para interceptar ilegalmente comunicaciones de diversas personalidades de Colombia, incluidos los negociadores de paz Humberto de la Calle (jefe del equipo del gobierno), Sergio Jaramillo y Alejandro Eder.
Santos afirmó que el espionaje era "totalmente inaceptable" y que buscaba frustrar los diálogos de La Habana, emprendidos en noviembre de 2012.
"Definitivamente nos quedamos con las primeras afirmaciones del Presidente, cuando al referirse a las (...) escuchas ilegales responsabilizó directamente a las 'fuerzas oscuras que están tratando de sabotear procesos, como el proceso de paz'", dijo Márquez.
También "encontramos consecuente su anuncio (de Santos) de ordenar una 'investigación a fondo' y la determinación de relevar, como lo hizo, de sus cargos al jefe de inteligencia del Ejército, general Mauricio Ricardo Zúñiga y al director de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército (CITEC), general Oscar Zuluaga", añadió.
Márquez también tildó de "muy honestas" las palabras del comandante del Ejército, Juan Pablo Rodríguez, quien admitió que la operación estaba destinada a espiar ilegalmente a los negociadores de paz.
"Se necesita estar ciego para no ver que el propósito de esa actuación ilegal de los enemigos de la paz, es hacer explotar en mil pedazos el proceso de La Habana", afirmó.
Las declaraciones fueron leídas por Márquez a antes de las pláticas de Paz. La delegación oficial se abstuvo de hacer comentarios.
Amabas partes continúan los diálogos hasta el jueves, cuando debería concluir el presente ciclo tras consensuar hasta ahora los temas de desarrollo rural y participación política, y actualmente debaten sobre drogas ilícitas. En la agenda figuran también los puntos de reparación a las víctimas y abandono de las armas, así como el mecanismo para refrendar el eventual acuerdo de paz.