La guerrilla de las Farc se mostró abierta a que se consulte "al pueblo" colombiano el acuerdo de paz que está en vías de cerrar en Cuba, tras rechazar por años el plan del gobierno de someter a plebiscito el resultado de la negociación.
"Nadie ha afirmado que no se deba consultar al pueblo el resultado de la negociación. Pero queremos hacerlo bien; es decir, cuando los colombianos reciban la buena noticia de que el proceso ha culminado y las expectativas han sido atendidas", dijo Iván Márquez, jefe de la delegación de paz de las Farc, en un comunicado leído a la prensa.
La organización comunista, que está negociando los puntos finales de un acuerdo para deponer las armas después de medio siglo de enfrentamiento con el Estado, no dio más pistas sobre el tipo de consulta que estaría dispuesta a apoyar.
Sin embargo, desde un principio ha rechazado el empeño del presidente Juan Manuel Santos de llevar a plebiscito el acuerdo final de paz - por considerarlo una iniciativa unilateral - y en su lugar ha planteado una Asamblea Constituyente como mecanismo de refrendación de los convenios.
La Constitución de Colombia prevé varios mecanismos a través de los cuales los electores pueden pronunciarse sobre una decisión del gobierno (plebiscito), asuntos de interés nacional o local (consulta popular) o para aprobar o derogar una ley (referendo).
En su comunicado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) también se expresaron a favor de que el futuro acuerdo de paz sea blindado jurídicamente a través de un "acuerdo especial" que lo equipare a tratado internacional, es decir, que prácticamente lo torne inmodificable.
"¿Quién más que nosotros puede estar interesado en la seguridad jurídica como fundamento del proceso de paz, y en la seguridad personal y de las víctimas?", se interrogaron los rebeldes en su texto.
La propuesta de un "acuerdo especial" será analizada por la Corte Constitucional - responsable de vigilar el cumplimiento de la Carta Política -, y para ello invitó a delegados de las FARC y del gobierno a dar su opinión en una audiencia ante ese tribunal.
No obstante, el jefe negociador del gobierno con las FARC, Humberto de la Calle, consideró inconveniente que la guerrilla asista a una audiencia en la corte cuando todavía no ha depuesto las armas.
La guerrilla cuestionó esa postura: "¿Qué tiene de malo que las FARC puedan exponer su punto de vista sobre el tema en la audiencia proyectada por la Corte Constitucional?"
Cuál es el fundamento - agregaron "de quienes piden excluirnos -que no sea su intransigencia-, para pretender silenciar la voz de una guerrilla en evidente tránsito a movimiento político legal".