El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, expresó su alarma por los riesgos de desestabilización de Irak por extremistas sunitas y chiítas, en plena espiral de violencia en ese país vecino de Siria.
"Irak se encuentra en medio de corrientes regionales cada vez más turbulentas, violentas e imprevisibles. Los extremistas sunitas y chiítas (...) tienen la capacidad, si no son controlados, de amenazar la estabilidad de Irak", advirtió Kerry al recibir a su par iraquí, Hoshyar Zebari, cuyo país sufre un recrudecimiento de violencia, que hace temer una reanudación de los enfrentamientos religiosos de 2006-2007.
El jefe de la diplomacia estadounidense condenó los "atroces ataques lanzados por Al Qaida contra iraquíes inocentes, particularmente los lamentables atentados con bomba contra familias que celebraban el fin del Ramadán el fin de semana".
"Sabemos que la red Al Qaida se extiende mucho más allá de las fronteras de Irak", dijo en alusión a la vecina Siria.
En la reunión entre las dos delegaciones en el departamento de Estado, Kerry pretende "discutir sobre el flujo de armas desde Siria a Irak y del flujo de armas que atraviesa Irak hacia Siria".
Estados Unidos acusa desde hace varios meses a Irak de hacer la vista gorda respecto de los aviones provenientes de Irán que sobrevuelan su territorio y de los que Washington sospecha que llevan armas destinadas al régimen de Bashar al-Asad.