Panamá y Francia aceleraron los preparativos para repatriar, posiblemente el domingo, al ex dictador Manuel Antonio Noriega.

 

Esto,  22 años después de su derrocamiento en una invasión de tropas estadounidenses y cumplir penas de prisión en Miami y París por narcotráfico.

 

"Se está tratando de confirmar que pudiera ser el día domingo" que Noriega llegue a Panamá, dijo la ministra de Gobierno, Roxana Méndez, quien precisó que Noriega será recluido en una celda individual en la prisión de El Renacer.

 

Una comisión panameña, integrada por cinco funcionarios de la cancillería, de la policía y personal médico, se encuentra desde el domingo en París, y realiza una serie de trámites de documentación y revisiones médicas para ejecutar la extradición.

 

"Panamá está preparado para recibir a Noriega porque desde hace mucho tiempo estábamos esperando que los trámites se llevaran a cabo (...) ya teníamos previstas las alternativas", dijo en Panamá la ministra Méndez.

 

Hombre fuerte de Panamá entre 1983 y 1989, Noriega, de 77 años, está recluido en La Santé desde abril de 2010, cuando llegó a París extraditado por Estados Unidos, donde estuvo preso 21 años por narcotráfico. Francia lo requirió por blanqueo de dinero.

 

Como parte de la operación de extradición, los médicos visitaron en la mañana del miércoles a Noriega en La Santé. Un informe de la cancillería panameña indicó que el ex dictador está en condiciones de viajar a su país.

 

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, anunció el viernes pasado que Noriega, reclamado por Panamá para que cumpla tres penas de cárcel de 20 años cada una por la desaparición y asesinato de opositores en los años 80, sería extraditado "entre el 6 y el 13 de diciembre" e iría "directo a la cárcel".

 

Ubicada al noroeste de Ciudad de Panamá, en una zona lindera con el Canal y con áreas selváticas, la cárcel de El Renacer tiene lista una celda especial para "alojarlo y mantenerlo allí por el tiempo que tenga que ser", según Ángel Calderón, director del sistema penitenciario.

 

"Obviamente como en muchas cárceles tenemos cuidados especiales con muchos detenidos de alto perfil. Tenemos que ver la perspectiva de la seguridad" y se "van a reforzar las medidas" por la "clase" de recluso "que vamos a tener", comentó Calderón.

 

La prisión "recientemente fue remodelada y fueron instalados equipos y tecnología de seguridad que nos permite estar más tranquilos", señaló Méndez.

 

Mientras tanto, antiguos opositores a Noriega preparan una manifestación de repudio para el día de su llegada a Panamá en la Calle 50, en el sector bancario de la capital, el mismo lugar donde se manifestaban los opositores en los años ochenta para pedir el fin del régimen militar (1968-1989).

 

"Puede haber ciertos arreglos políticos para que Noriega cumpla un período corto y apele a un tratamiento de casa por cárcel. Pero todos aquéllos que luchamos contra la dictadura no lo vamos a permitir. Tiene que terminar sus últimos días preso", dijo Aurelio Barría, fundador en 1987 de la Cruzada Civilista, un movimiento opositor que encabezó las protestas contra Noriega.

 

Martinelli ha aclarado que el ex dictador puede beneficiarse, si lo solicita ante la justicia panameña, de una ley que permite a reclusos de más de 70 años cumplir su condena tomando la casa por cárcel.

 

El retorno de Noriega, un ex agente de la CIA que pasó a fines de los 80 a ser considerado enemigo jurado de Estados Unidos, ha generado expectativa en Panamá acerca de los posibles secretos que podría revelar sobre figuras políticas y grandes fortunas forjadas bajo su régimen.

 

Aunque una parte de la población se mantiene indiferente, el regreso de Noriega reabre las heridas en el país. Familiares de víctimas del régimen y organismos de derechos humanos reclaman justicia.

 

AFP