A propósito de la decisión de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de llamar a indagatoria al congresista vallecaucano Roy  Barreras, quien comparecerá antes del 20 de julio, parece que se reactiva el asustador “inri” de procesar y llevar a La Picota a los expresidentes del Senado.

Por el pedregoso camino del confinado senador costeño Javier Cáceres y el finado parlamentario tolimense Luis Humberto Gómez, declarados culpables por las autoridades judiciales, parecen a punto de verse afectados por próximas órdenes de captura el huilense Hernán Andrade, el barranquillero Armando Benedetti y el cucuteño Juan Manuel Corzo,  quienes se han defendido en los altos tribunales como náufragos solitarios en medio de la tempestad judicial que los acosa hace algún tiempo. Cuando el notificador de la Corte Suprema de Justicia ronda por el Capitolio Nacional, muchos parlamentarios pagan esconderos a cualquier precio.

Otrosí:El actual presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, también podría quedar en brazos de la justicia por los testimonios de Héctor Zambrano, (exsecretario de Salud de Bogotá, en la administración de Samuel Moreno Rojas), por haber vinculado al dignatario del poder legislativo al carrusel de la contratación debido a adjudicaciones propiciadas por el congresista nortesantandereano en hospitales bogotanos.