Las dos explosiones sucesivas que este domingo destruyeron una iglesia en un cuartel de Jaji (Estado de Kaduna), en el norte de Nigeria, dejaron 11 muertos y fueron atentados suicidas, indicó a la AFP un portavoz del ejército.
"Hubo dos atentados suicida hoy (domingo) en la escuela protestante militar St Andrew (en la ciudad de Jaji), a diez minutos de intervalo, declaró el general Bola Koleosho. Unas 30 personas resultaron heridas, según la fuente.
De acuerdo con el militar, "otras 30 personas fueron heridas, todas ellas trasladadas a hospitales de la zona". Koleosho dijo que había militares entre las víctimas pero no indicó el número.
Un militar, que pidió el anonimato, aseguró que la primera explosión "no dejó heridos. Pero los fieles se congregaron para ayudar a recoger los destrozos, y fue entonces que la segunda explosión ocurrió".
Inicialmente, un suicida hizo estallar un autobús contra una iglesia justo antes del inicio de un servicio religioso. Diez minutos más tarde, cuando había aglomeración de personas en el lugar, estalló otro vehículo, que se encontraba estacionado en las proximidades, explicó Koleosho.
Este nuevo atentado es el último de una serie contra cristianos, atribuidos al grupo islamista radical Boko Haram.
En octubre, en la ciudad de Kaduna, un atentado realizado contra una iglesia católica con un automóvil cargado de bombas, seguido por actos de represalia de católicos contra musulmanes dejó por lo menos 10 personas muertas y 145 heridos.
Boko Haram -que se declara parte de los talibanes afganos y cuyo nombre en lengua Haussa significa "La Educación Occidental es un Pecado"- se propone instaurar un Estado islámico.
Nigeria, país con la mayor población en África, está dividido entre el Norte mayoritariamente musulmán y el Sur predominantemente cristiano.