Para las elecciones presidenciales de mayo próximo ha llamado la atención el alto número de candidatos que buscarán inscribir su aspiración por firmas, y por ello ya recorren el país para alcanzar los más de 380 mil apoyos ciudadanos requeridos.
La senadora Sofía Gaviria considera que “la proliferación de candidaturas por firmas en todos los sectores del espectro político es la expresión de la crisis sostenida por la falta de representatividad real de las directivas de los partidos frente a sus militantes y por la ‘politiquerización’ de las formas democráticas que deben imperar en los mismos”.
La Parlamentaria liberal indicó que “la prostitución de la política, o sea el abandono de las ideas a cambio de contratos o de cargos burocráticos, ha hecho que, en las altas jerarquías institucionales, se consoliden las personas más hábiles en esas prácticas, mientras son excluidas las personas verdaderamente comprometidas con la defensa de los principios de los respectivos partidos”.
Añadió que “lo más grave de esta realidad es ver cómo esa estructura antidemocrática y excluyente está prostituyendo las aspiraciones de los jóvenes, de las mujeres y de las minorías, que, con tal de acceder a alguna oportunidad de participación, se convierten en los cargaladrillos de esos caciques consolidados. Así, partidos como el mío, el Liberal, están envejeciendo porque la energía de los jóvenes y de los sectores renovadores se desperdicia y se pierde en el camino del servilismo a esos patroncillos de partido”.
Para la directora Ejecutiva de la Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios, el auge de las candidaturas por firmas se explica en que los políticos han descubierto que se presta para hacer campaña antes de tiempo.
“Este se está volviendo el mejor mecanismo para evitar cumplir las reglas, para no presentar informes de financiación de las campañas y terminar, antes del cese de inscripción de candidatos, siendo avalados por partidos políticos”, indicó Barrios.
Agregó que “eso, claramente, es precampaña y las autoridades electorales deberían ponerle coto y los partidos políticos sancionando”.
Por ello, Barrios propuso que “la autoridad electoral debería establecer desde el momento mismo de aceptar el comité inscriptor que los informes financieros se deben poner en línea y decir quiénes están financiando la recolección de firmas. Así mismo, los partidos políticos deberían negar la entrega de avales a aquellos que empezaron a recoger firmas, sin ese trabajo conjunto vamos a seguir haciéndole trampa a la inscripción”.
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