El fenómeno de la estanflación está sacudiendo al país y nada se está haciendo para frenar este hecho que golpea el desarrollo inmediato de la población. Así lo señalaron varios expertos al confirmar que la estanflación, que significa una caída sostenida del crecimiento por dos trimestres seguidos y un incremento desbordado de la inflación, ya está sacudiendo la actividad económica.
Esta situación, que fue alertada por Eduardo Sarmiento Palacio, director de investigaciones económicas de la Escuela Colombiana de Ingeniería ‘Julio Garavito’, en una entrevista a EL NUEVO SIGLO del pasado lunes, tiene preocupados a varios analistas, sobre todo porque no se está haciendo la tarea para atajar su presencia.
Despilfarro
Sarmiento declaró que el país estaba atravesando por una estanflación ante el poco crecimiento y la desbordada inflación. Además dijo que “el Gobierno no solamente despilfarró la bonanza de altos precios de las commodities sino que sobreendeudó al país y dejó entrar inversión extranjera en exceso para abaratar los precios de la industria y la agricultura, bajar la inflación y elevar el ingreso porque la gente encontraba que los productos importados los adquiría más baratos. En este momento todos reconocen que la causa de la crisis es el déficit de cuenta corriente”.
Por su parte, Horacio Ayala, quien fue director de Impuestos y Aduanas Nacionales y ha sido asesor de varios gobiernos en temas tributarios, dijo a este diario que “yo creo que hay síntomas de una estanflación, el riesgo existe y las condiciones están dadas debido a que los niveles de inflación están altos y el crecimiento no corresponde a algo que desea el país, todo hace pensar que estamos pasando por una estanflación, aunque no sé si es muy marcada”.
Sostuvo que el remedio para atajar este fenómeno es solo uno: “tenemos que mejorar el crecimiento, pero hay un problema que es el origen de todo, recordemos que cuando hablamos de las firmas de los Tratados de Libre Comercio, TLC, siempre se insistió en la necesidad de cumplir la agenda interna, y eso no se hizo. En ese momento estábamos hablando que en el 2019 íbamos a lucir diferentes a lo que somos hoy, pero nada se hizo. Nos dormimos en las commodities, con el crecimiento de las exportaciones del petróleo, de las materias primas y nos quedamos sentados porque no hubo un desarrollo verdadero de la industria nacional o de cualquier otra actividad como la prestación de servicios. La solución es crecer pero a base de la producción nacional tanto de bienes como de servicios”.
La cuenta corriente
Señaló que otro elemento que se suma a esta situación es el problema del déficit de cuenta corriente, “pero ese es un mal crónico que tiene alguna explicación en los hidrocarburos, en el precio de los commodities, ya que no solo se cayeron los precios sino las cantidades de producción”.
Indicó que algunos sectores dicen que este año se podría crecer en las exportaciones de servicios cerca de 20 mil millones de dólares, “esa puede ser la alternativa que nos puede solucionar dos problemas, como lo son el crecimiento y el déficit de cuenta corriente”.
Sobre la forma como el ciudadano de a pie siente el impacto de la estanflación, sostuvo que “el ciudadano lo que siente es temor por el costo de vida, está preocupado por los ingresos, que no se pierdan los ingresos y de si le va a alcanzar la plata para cubrirse ante el incremento en el costo de vida. El ciudadano siente temor e incertidumbre pero por la alta inflación”.
Los frentes
Por su parte, el profesor de economía John Naranjo Dousdebes, director del Área Entorno Económico de Inalde Business School y Master en Economía, University of Michigan,sostuvo que “si se analiza desde el punto de vista que la estanflación es alta inflación y poco crecimiento, efectivamente tenemos una estanflación, pero esto depende exclusivamente de dos frentes para su solución: si se hace posible conseguir la financiación del déficit de cuenta corriente, de atraer capitales, de darle seguridad al inversionista en materia tributaria y a las negociaciones de La Habana, se puede resolver la situación”.
El experto sostuvo a este diario que “esto mismo que pasa ahora ya pasó en 1999 con la fuerte caída del Producto Interno Bruto, PIB. Pero ya vemos que el crecimiento que se discute ahora para este año de 2,6 o 2,8 por ciento es irrelevante, ya que vemos cómo se han disparado las primas de riesgo y de los spreads”.
Otro elemento que menciona Naranjo, es “que ya es palpable que los sectores menos favorecidos están siendo golpeados por el incremento en el precio de los alimentos y no se debe olvidar que ese rubro representa el 35 por ciento de la canasta básica, ese es el impacto que ya están recibiendo miles de colombianos por la estanflación”.
Crecimiento
El investigador coincide con Ayala en que la única forma de frenar la estanflación es con crecimiento, pero señala que “la única forma que hoy Colombia tiene para crecer es consiguiendo la financiación de 20 mil millones de dólares para frenar el déficit de la cuenta corriente y hoy eso no es posible ante las dificultades de financiación y el entorno internacional”.
Sostiene que otro elemento para atacar las presiones de inflación, “es incrementar las tasas de interés para frenar la alta demanda de bienes y servicios, pero con el riesgo que se dispare la tasa de cambio. Sin embargo, si no se consiguen los recursos, la situación es complicada en el país con la estanflación”.
¿Exageración?
Por su parte el exministro de Hacienda, Guillermo Perry, cree lo contrario de los expertos y dijo que le parecía un poco exagerado hablar de una estanflación cuando la economía todavía no ha mostrado signos de una recesión.
“La economía ha mostrado signos de un crecimiento lento pero al fin y al cabo es un crecimiento que puede acabar este año cercano al 3 por ciento. Creo que todavía no se presenta un desbordamiento de la inflación que aunque está alta, ya hay algunos sectores que han mostrado una recuperación”, dice.
Señala el exministro que desde luego se ha presentado un problema con el alto déficit de cuenta corriente por culpa de la caída de los precios del petróleo.
“Yo creo que Colombia tiene actualmente dos problemas en su economía que son el déficit de cuenta corriente y el déficit fiscal, dos cosas que han coincidido en estos momentos y que el Gobierno debe solucionar”, sostiene Perry.
Indica el exministro y analista que “frente al ajuste fiscal el Gobierno debe actuar con un ajuste fiscal drástico, con una disminución real del gasto, pero también pensar en incentivar el crecimiento de sectores diferentes al de los hidrocarburos como ahora lo está haciendo el sector agrícola”.
El analista sostiene que “si se hace más con el crecimiento de sectores como el agrario, como ya se está viendo, se tendrían más alternativas de crecimiento y de paso se podrían reducir el costo de los alimentos que hoy tanta mella están haciendo en los ciudadanos”.
Asegura el exministro de Hacienda, que otro elemento fatal para la economía es que se dejó crecer inusitadamente la tasa de cambio, “de eso tiene la culpa tanto el gobierno del presidente Álvaro Uribe como el actual, así como el Banco de la República que no tomaron medidas para llegar a ese impacto de la alta revaluación”.
¿Cuál crisis?
Asimismo, Guillermo Perry dijo que “el país no está en crisis, pero si el Gobierno no hace lo necesario para evitarlo, sí vamos a llegar a una crisis”.
Señaló que hoy más que nunca se hace necesaria una reforma tributaria “porque se debe actuar con responsabilidad, por eso no entiendo lo que hace el Partido Liberal, de no apoyar nuevas fuentes de impuestos, eso es irresponsable”.
Ante esta situación, el analista Sarmiento dice que “lo que hay que cambiar es el modelo económico del Banco de la República, de las commodities, ya se vio que la devaluación salvadora no funciona. Yo intervendría de todas maneras el dólar pero no en forma genérica, haría una intervención para bajar la tasa de cambio pero también introduciría algún tipo de control cambiario dándole un tratamiento diferente a las importaciones y exportaciones, introduciría un sistema de aranceles, y luego iniciaría una política industrial y agrícola para impulsar a estos sectores y no pensar que se va a remplazar el petróleo con vías 4G. Si hubo sobrecostos con Reficar imaginemos los sobrecostos en las carreteras, las vías son una de las actividades menos rentables, todo lo que está entrando por la venta de Isagen es para préstamos y regalos a los concesionarios para que entren al negocio”.
Los riesgos
Esta situación de estanflación no es de ahora y se viene hablando de ello hace unos meses. En el marco del primer FX15 Summit celebrado en Colombia por Bloomberg a finales del año pasado, se preguntó a los asistentes: “A pesar del crecimiento de la economía colombiana, la inflación se encuentra en 5,35 por ciento - sustancialmente por encima del límite superior del 4 por ciento. ¿Cuál es el riesgo de estanflación en Colombia?“, la mitad de los asistentes se mostraron optimistas asegurando que existía un bajo riesgo en el pico de la inflación actual.
Sin embargo, sólo una cuarta parte vio el riesgo como una amenaza para la economía.
La mayoría de la audiencia, el 73 por ciento, opinó que el impulsor más importante de la depreciación del peso colombiano son los precios de los productos básicos, especialmente los del petróleo.
Estuvieron de acuerdo en que el cambio ha convertido el peso colombiano en la tercera divisa emergente con el peor desempeño frente al dólar estadounidense, después del real brasileño y el rublo ruso, en el último año.