Soldados y rebeldes volvieron a enfrentarse ayer en Siria, al día siguiente de que el presidente Bashar al Asad dijera estar dispuesto a poner fin "a cualquier precio" a la crisis, abordada en una cumbre entre Rusia, su principal aliado, y la Unión Europea (UE).
En la cumbre organizada en San Petersburgo, el presidente de la UE Herman Van Rompuy urgió al presidente ruso Vladimir Putin a superar las divergencias para evitar una guerra civil en Siria.
Subrayó además que había que aprovechar el plan para una salida de crisis del emisario de la ONU y de la Liga Árabe Kofi Annan, que hasta ahora no fue aplicado.
"La Unión Europea y Rusia tienen enfoques diferentes, pero estamos plenamente de acuerdo en considerar que el plan Annan proporciona la mejor oportunidad para romper el ciclo de violencia en Siria, evitar la guerra civil y hallar una solución pacífica y duradera", sostuvo Van Rompuy.
"Necesitamos esforzarnos para obtener el fin inmediato de todas las formas de violencia en Siria y hacia un proceso político de transición", dijo.
Putin, que descarta toda sanción de la ONU contra el régimen de Damasco, no reaccionó a la mención de un "proceso político de transición".
Bashar al Asad, que goza de un respaldo ruso indefectible, reafirmó el domingo en su primer discurso desde enero su determinación a aplastar la revuelta popular que estalló en medio de la "Primavera Árabe", en marzo de 2011.
Al Asad, que no reconoce el alcance de la protesta, advirtió que "no habrá compromisos en la lucha contra el terrorismo", que la seguridad del país está en "una línea roja" y que defenderá a Siria "a cualquier precio".
En el terreno, la violencia no amaina. Ocho personas murieron ayer, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). La víspera murieron 46 personas.
Al alba, los combates estallaron entre el ejército regular y los rebeldes en la provincia de Idleb (noroeste), en el distrito de Jabal al Zawiya, un bastión de la rebelión. Dos rebeldes murieron en ellos.
Varias localidades de Idleb también fueron bombardeadas durante la noche con tanques, lanzacohetes y cañones, indicó el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición.
Seis civiles murieron además por disparos de las fuerzas del régimen en regiones de Damasco, Alepo (norte), Homs y Hama (centro), según el OSDH, que precisó que las fuerzas gubernamentales tomaron el barrio de Jobar en Damasco, en busca de militantes.
Según diplomáticos y expertos, Annan, que comienza a vislumbrar el fracaso de su plan, desea que la comunidad internacional haga todo lo posible para que se aplique o se encuentre un "plan B" para resolver la crisis./AFP