La agravación de la crisis de la deuda en la Eurozona podría tener consecuencias "devastadoras" para la economía mundial, advirtió este la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE.
La Organización publicó ayer nuevas previsiones semestrales en las que revisa a la baja el crecimiento de los países industrializados, en particular, el de la zona euro, que ha entrado en "ligera recesión" en el último trimestre del año y se espera un crecimiento prácticamente nulo para el próximo. Las principales economías, Alemania, Francia e Italia, no se salvan.
La OCDE advierte que un empeoramiento de la situación es probable, lo que tendría unos efectos "muy devastadores" para el resto de los países industrializados, con Estados Unidos y Japón a la cabeza.
El presidente estadounidense, Barack Obama, recibió a los dirigentes de la Unión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso, para hablar de la crisis de la deuda.
La OCDE insta al Banco Central Europeo (BCE) a "actuar ahora" para evitar la propagación de la crisis, pese a que Berlín rechaza este tipo de soluciones.
La agencia de calificación financiera Moody's también advirtió que un empeoramiento rápido de la crisis amenazará las notas de todos los países europeos, incluidos los más sólidos.
Pese a estas malas noticias y las advertencias, los mercados bursátiles registraron al cierre fuertes subidas, alentados por la posibilidad de una ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Italia, pese a que ha sido desmentida.
Al término de las sesiones, Fráncfort ganó 4,6%, Paris 5,46%, Londres 2,87%, Milán 4,6% y Madrid 4,59%. Wall Street abrió también con fuertes alzas (Dow Jones +2,65%, Nasdaq +3,62%).