Los empleados de tiempo completo en la Unión Europea trabajaron en promedio 40,3 horas a la semana en el 2016, reveló Eurostat.
“Dinamarca, con una semana laboral de 37,8 horas, es el único país de la Unión donde se trabaja menos de 38 horas a la semana”, señaló la agencia de estadísticas.
Dinamarca es seguida por Italia, con 38,8 horas, y los Países Bajos y Francia, con 39 horas.
El promedio en España fue de 41,6 horas, mientras los países bálticos de Estonia y Lituania trabajan 40,8 y 39,7 horas semanales en promedio, respectivamente.
Entre los Estados miembros de la UE, los empleados de tiempo completo del Reino Unido son los que pasan el mayor número de horas en el trabajo, con un promedio de 42,3 horas.
Son seguidos por los trabajadores en la administración grecochipriota (41,7 horas), Austria (41,4 horas), Grecia (41,2 horas) y por Polonia y Portugal (ambos con 41,1 horas).
Las cifras muestran que los hombres trabajan más horas a la semana que las mujeres: 41 horas en comparación con 39,3.
Los empleados en las industrias de minas y canteras son los que más trabajan, 42 horas en promedio, mientras quienes tienen educación superior son los que menos horas trabajan, 38.1 semanales.
Las cifras también revelaron que el empleado de tiempo completo promedio en Turquía trabajó 49,4 horas a la semana en el 2016.
El empleo
De otra parte, la tasa de empleo para las personas de edades comprendidas entre los 20 y los 64 años, medida por la encuesta de población activa de la UE (EPA-UE), fue del 71,1 %, la mayor tasa anual registrada. No obstante, detrás de esta media se pueden constatar grandes diferencias entre países. El único Estado miembro con una tasa superior al 80 % es Suecia (81,2 %). Este es también el caso de los Estados de la AELC, Islandia (87,8 %) y Suiza (83,3 %).
El grupo de países con tasas entre el 70 % y el 80 % incluye el Reino Unido, Francia y Alemania. Se basa en una zona que va desde Irlanda por el oeste hasta Hungría por el este, e incluye también los tres Estados bálticos, Finlandia y Portugal.
Los países con tasas entre el 60 % y el 70 % forman dos grupos: uno en el Mediterráneo occidental / el Adriático (España, Italia y Croacia) y otro en la frontera oriental de la UE, que va desde el extremo sur del mar Báltico hasta el extremo suroccidental del mar Negro (Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria). Además, este grupo de países también incluye a Bélgica. Por último, encontramos un grupo del sur del Cáucaso y los Balcanes, con porcentajes inferiores al 60 % (la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Grecia y Turquía).
Mejores tasas
Una de las características más visibles es la disminución de la brecha en la tasa de empleo entre ellos. En la mayoría de los casos, esto se debe al aumento de las tasas de empleo entre las mujeres (por ejemplo, en España y los Países Bajos), pero hay casos en los que la disminución de la brecha está causada sobre todo por la disminución de las tasas de empleo entre los hombres (Grecia y Chipre).
También en un grupo de países las tasas de empleo de hombres y mujeres se reflejan mutuamente, con una evolución de las tasas de empleo que supone una brecha de género estable. Este es el caso, por ejemplo, de Chequia (con una diferencia de 19,1 puntos porcentuales en 1998 y 16,0 puntos porcentuales en 2016) y de Suecia (2,9 puntos porcentuales en 1996 y 3,8 puntos porcentuales en 2016). Las tasas de empleo son más bajas entre las mujeres que entre los hombres en todos los años y en todos los países, con dos excepciones: Letonia y Lituania en 2010, tras una fuerte caída de las tasas entre los hombres y una caída mucho más modesta entre las mujeres.
Crecimientos
La mayoría de los países ha experimentado un aumento suave y estable de la tasa de empleo (Bélgica, Alemania, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Finlandia, Suecia, el Reino Unido y Turquía). Otros han permanecido en una trayectoria bastante plana, es decir, una tasa estable (Dinamarca, Italia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia, Noruega y Suiza). Otro grupo notable ha registrado grandes altibajos, pero con una tasa más elevada en 2016 que en sus diferentes puntos de partida (Bulgaria, Estonia, Irlanda, España, Letonia, Lituania y Polonia).
La tasa de empleo de las personas con edades comprendidas entre los 25 y los 54 años ha permanecido prácticamente inalterada desde 2001, mientras que ha aumentado considerablemente para las personas de más edad (entre 55 y 64 años) y se ha reducido para los más jóvenes (entre 15 y 24 años).
Las tasas de empleo también varían de forma considerable en función del nivel de estudios alcanzado. Las tasas analizadas por nivel de estudios alcanzado se basan en el grupo de edad de 25 a 64 años, ya que las personas más jóvenes pueden estar aun educándose, particularmente en la etapa de la enseñanza superior, y esto puede quedar reflejado en las tasas de empleo.
En 2016, la tasa de empleo de las personas con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años que habían completado la enseñanza superior (enseñanza superior de ciclo corto, licenciatura o equivalente, máster o equivalente y doctorado o equivalente) fue del 84,8 %, muy superior a la tasa (del 54,3 %) de quienes solo alcanzaron el nivel de la enseñanza primaria o el primer ciclo de la secundaria.
En la EU-28, la tasa de empleo de quienes habían alcanzado el segundo ciclo de secundaria o la postsecundaria no terciaria fue del 74,8 %. Las personas que, como mucho, habían completado el primer ciclo de la secundaria, además de tener la probabilidad más baja de encontrar empleo (entre estos grupos de nivel educativo), fueron también las más afectadas por la crisis: la tasa de empleo de este grupo disminuyó en 5,1 puntos porcentuales entre 2007 y 2013, mientras que la cifra correspondiente a las personas con un nivel educativo medio fue de 1,7 puntos porcentuales, y para aquellas con un alto nivel de formación, de 1,8 puntos porcentuales. Tener al menos un nivel educativo medio influye de manera considerable en el aumento de las posibilidades de encontrar un empleo en Bélgica, Bulgaria, Chequia, Lituania, Polonia y Eslovaquia, pero en menor medida en Dinamarca, Estonia, Grecia, Chipre y Luxemburgo.
Empleo a tiempo parcial
La proporción de la población activa de la EU-28 de entre 20 y 64 años que declaró que su empleo principal era a tiempo parcial aumentó lenta pero gradualmente del 14,9 % en 2002 al 19,0 % en 2015, y luego descendió ligeramente hasta el 18,9 % en 2016. El mayor porcentaje de trabajadores a tiempo parcial en 2016 se registró, con diferencia, en los Países Bajos (46,6 %), seguidos de Austria, Alemania, Bélgica, el Reino Unido, Suecia, Dinamarca e Irlanda, donde el trabajo a tiempo parcial afectó a más de una quinta parte de las personas con empleo. En cambio, el empleo a tiempo parcial fue relativamente poco frecuente en Bulgaria (1,9 % de las personas con empleo), así como en Hungría, Croacia, Chequia y Eslovaquia (entre el 4,8 % y el 5,7 %).